Colombia decide hoy entre dos modelos económicos para avanzar en su desarrollo
Los colombianos elegirán hoy a un nuevo Presidente, entre un abogado afín al libre mercado y un economista que fue guerrillero del M-19. Lo que digan las urnas definirá la postura de Bogotá frente a la crisis en Venezuela, el futuro del acuerdo de paz que el gobierno de Juan Manuel Santos firmó con las FARC, pero sobre todo dictará el modelo económico que regirá al país en los próximos cuatro años: uno que profundice lo que ha venido haciendo Colombia con políticas favorables a la libre empresa y las inversiones privadas, u otro más redistributivo y con mayor participación del Estado.
La decisión es crucial para la economía de US$ 320.000 millones -la cuarta de América Latina- que se enfrenta a una desaceleración, al surgimiento de una nueva generación de grupos ilegales armados dedicados al narcotráfico en zonas desalojadas por los ex guerrilleros FARC, y a casi un millón de inmigrantes venezolanos que han llegado huyendo de la crisis económica y social en su país, y que ponen presión extra al mercado laboral.
"Está difícil encontrar trabajo, la economía no está buena, y por eso es una buena oportunidad vender comida, siempre hay quien te compre", asegura Davinson Valencia, quien tiene un carro de arepas en el centro de Bogotá, aunque poca gente apareció ayer en la mañana, cuando el Mundial de Fútbol se lleva gran parte de la atención de los colombianos.
Los altos niveles de desempleo (9,4%), trabajo informal (48%) y subempleo (26,7% en 2017) en Colombia son una preocupación para los economistas. De todas formas, aseguran que el problema fundamental es el déficit fiscal -que impide invertir en una infraestructura que estimule el crecimiento- y la dependencia de materias primas, principalmente del petróleo.
"La tasa de inversión pública es del orden del 1,5% del PIB, lo que es muy reducido para las necesidades de desarrollo del país", explicó a "El Mercurio" César Ferrari, académico de la Universidad Javeriana. "Es porque existe un déficit fiscal muy grande como consecuencia de la reducción de los precios internacionales del petróleo y el carbón, y las grandes empresas (que son extractivas) redujeron sus impuestos", agregó el economista, para quien la caída de los precios de las materias primas impactó en el crecimiento del PIB, que se contrajo desde 4,4% en 2014 a 1,8% en 2017.
La meta de la regla fiscal es tener un déficit de 1% para 2020. Pero el gobierno estima un déficit del orden del 3,1% del PIB para 2018; luego que alcanzara el 3,6%...
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