El otro club de la pelea - 7 de Octubre de 2014 - El Mercurio - Noticias - VLEX 537896754

El otro club de la pelea

-No es que me guste andar dando combos... pero son divertidas.

Tiene quince años. Habla rápido, con un acento duro que se mezcla con risotadas roncas y algo infantiles. Viste una falda escolar que llega a la altura de los muslos, un polerón azul marino con capucha, pantys grises y calcetas del mismo color que se desploman sobre sus zapatillas deportivas negras. En sus muñecas hay varias pulseras rosadas y las uñas están pintadas de azul. En su espalda hay una mochila que tiene escrita con letra de grafitero su nombre. Ella es estudiante del Liceo Politécnico Irineo Badilla.

Catalina -nombre ficticio para resguardar su identidad- tiene una página de Facebook con sus amigas del grupo "Lha's Ckand'y" en donde sube comentarios de las peleas que mantienen en las cercanías de su liceo. También aparece en un video donde se la puede ver cómo golpea con puños y pies a una niña del Liceo Comercial. En esa riña estudiantil, que ocurrió el jueves 21 de agosto en la Plaza de Linares, Catalina y una decena de sus compañeras de grupo dejaron con contusiones a dos escolares, quienes constataron lesiones en el hospital de Linares; luego fueron a Carabineros y al Departamento sicosocial de la Dirección Comunal de Educación para pedir ayuda.

-¿Por qué les pegaron a esas niñas?

-Es que las confundimos con otras que me habían mirado feo antes. Igual les pedí disculpas, pero después supe que fueron a denunciarme. Ahora estoy condicional. Si me expulsan, con mis amigas vamos a ir a pegarles de nuevo y esta vez será más heavy.

Catalina dice heavy con decisión y se vuelve reír.

No es la primera pelea en la que está involucrada con su grupo de amigas. En el muro de Facebook del Lha's Ckand'y -un grupo privado en que participan más de cuarenta escolares de entre 13 y 19 años, y que tiene como lemas: "no tamo ni ahí con pela'gatos" y "pitos y alcohol"- mencionan otras riñas y amenazan a otras escolares. También reciben apoyo de otros grupos de niñas de su liceo y de otros establecimientos de Linares como "Las Cocas", "Lha's Phóláckás" y " Ls Waíílhers", quienes les dicen que les avisen si hay algún problema, porque ellas las apoyarán. Una niña escribe con seudónimo: "Si les pegan, los pegan a todas juntas" y remata su frase con un corazón. Ella también estudia en el Liceo Politécnico Irineo Badilla, está en primero medio y es del grupo de "Ls Waíílhers".

Valeria, nombre ficticio de una niña de pelo oscuro con mechas rubias, contextura gruesa y gorro de lana con un pompón rosado, y que pertenece al grupo de "Las Cocas", comentará más tarde, a la salida del liceo:

-No nos pescamos en el liceo, pero nos apoyamos. Especialmente cuando nos atacan cobardes que se creen mejor que nosotras.

-¿Dicen que ustedes son pandilleras?

-No. Somos amigas que nos juntamos y la pasamos bien y nos defendemos.

-¿Tú has peleado?

Valeria no responde. Prefiere abrir y cerrar la palma de su mano derecha con rapidez cuatro veces. El gesto es un indicativo de su experiencia como peleadora.

-Todas estas -dirá antes de salir corriendo...

Los primeros golpes

Desde hace más de cinco años el Liceo Politécnico Irineo Badilla de Linares no solo está en la mira de las autoridades de la Región del Maule, también ha sido motivo de debate en el Ministerio de Educación y, recientemente, en la Subsecretaría de Prevención del Delito del Ministerio del Interior, que decidió realizar una intervención al establecimiento luego de que el pasado 26 de agosto, en uno de sus patios interiores un alumno de 16 años de tercero medio, asesinó con un arma de fuego a otro compañero de 18 años, identificado como Cristián San Martín. Discutieron por un teléfono celular y luego de amenazarlo de muerte, el agresor abandonó y regresó dos horas más tarde con una pistola y descargó dos disparos sobre la víctima que murió horas después en el Hospital Base de Linares.

La muerte de Cristián San Martín marcó un antes y un después en la historia de la violencia escolar en Chile: por primera vez un estudiante era asesinado por un compañero al interior de un establecimiento escolar.

Este no ha sido el primer episodio complejo que ha debido enfrentar el liceo ni la comunidad de Linares. En mayo de 2011 otro escolar, Jonathan Valenzuela, de 16 años, se suicidó en su casa en Longaví luego de sufrir durante varios meses amenazas de un compañero. La...

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