La clínica de Irací en el laberinto de la salud - 5 de Febrero de 2023 - El Mercurio - Noticias - VLEX 922242994

La clínica de Irací en el laberinto de la salud

La adquisición de una clínica por parte de la Municipalidad de Santiago, liderada por Irací Hassler, levantó incómodas preguntas financieras. ¿Pagó un precio vil la sociedad que compró la clínica al dueño original? ¿Pagó en exceso la Municipalidad? ¿Se saltó algún procedimiento? ¿Qué otros recursos habrá que destinarle a la clínica? ¿Quién pondrá esos recursos?Por relevantes que sean estas preguntas, la adquisición de la clínica abre una controversia aún más importante: Dado como está estructurado nuestro sistema de salud, ¿es razonable esta adquisición? ¿Qué rol jugará la clínica municipal?Una manera de lidiar con estas preguntas es diciendo que, simplemente, no aluden a lo central. Lo relevante es cómo recibirán esta noticia las personas, los vecinos, los que votan. Y no hay duda de que, al menos al comienzo, será una noticia popular.Emulando las ocurrencias de Lavín y de Jadue -cómo no recordar la playa y la inmobiliaria popular, entre varias otras-, la alcaldesa podría obtener un apreciable dividendo político. Después de todo, las encuestas señalan que la salud es una de las prioridades de las personas. Por lo tanto, agregar una clínica a la red de atención parece una respuesta coherente con esas prioridades.En abstracto, suena bien. Pero, en concreto, ¿cómo funcionará esta clínica? Surgen, al menos, tres interrogantes.La primera se refiere al universo de las personas que tendrán derecho a ser atendidas. ¿Será una clínica solo para los vecinos de Santiago o para toda la ciudadanía? ¿Tendremos, gradualmente, comunas con y sin clínicas municipales y, de este modo, aún más segregación? ¿Solo Fonasa, o también con isapre?Una segunda interrogante, ligada a la anterior, es ¿quién pagará por los procedimientos? Es difícil que sean gratuitos y que los costos los pague la propia municipalidad, por lo oneroso que sería. Y, si así fuera, habría decenas de miles de personas queriendo atenderse. ¿Cómo se racionaría la entrega de esta atención? ¿Prioridades ad hoc decididas por el municipio?Otra alternativa, que podría funcionar, es que las isapres y Fonasa (en modalidad de libre elección) sean quienes financien parte de la atención. Sin embargo, en ese caso, no es evidente qué precio cobrar. Si se subsidia, se desviarían recursos desde la municipalidad y, eventualmente, podría seguir la suerte financiera de algunas farmacias populares.También podría ser otro hospital público más, que ayude (marginalmente) a alivianar las listas de espera y que...

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