Las claves para reinventarse en la industria de las semillas
El principal factor que explica el mal momento es la baja en los programas para sembrar maíz en contraestación -las semillas de este cereal se envían principalmente a Estados Unidos y Europa-, debido a la baja generalizada de los precios de los commodities agrícolas y a tres temporadas con producciones récord en Estados Unidos.
"Como industria, entendemos que los ciclos siempre han existido en la agricultura y la disminución de la superficie de maíz obedece a un ciclo que está claramente identificado a nivel internacional. Lo que estamos haciendo es estar preparados para que nuestro país tenga siempre la capacidad de reaccionar frente a un aumento en la demanda por producción de semillas", afirma el gerente ejecutivo de la Asociación Nacional de Productores de Semillas (Anpros), Mario Schindler.
En las empresas productoras de semillas añaden que al panorama internacional se suma que los costos para producir en Chile han subido en los últimos años y que el país ha perdido competitividad frente a otras zonas. Aún así, dicen, el país todavía se destaca por sus condiciones sanitarias, buena calidad y confiabilidad, por lo que resulta urgente realizar cambios a nivel de empresas y productores para que el rubro siga siendo atractivo.
"El modelo histórico de Chile como gran productor de semillas para Estados Unidos y Europa en cultivos como el maíz, soya, canola y maravilla no creo que se vaya a repetir, por lo menos no en el escenario actual ni a corto plazo. Hay cosas que cambiaron definitivamente", recalca Carlos Gazmuri, gerente general de DuPont Pioneer Chile, la mayor productora de semillas de maíz.
La cara positiva está por el lado de las hortalizas, el único grupo del rubro semillero que ha crecido -aunque a paso lento- en los últimos años y que en 2016 superó al maíz en el valor de las exportaciones, con casi US$ 150 millones (ver infografía), pero que de todas formas, enfrenta sus propios retos.
nueva estrategia para el maíz
La producción de semillas de maíz para exportación en Chile, la principal especie del rubro, cayó desde 73,7 millones de kilos en 2014 a poco más de 23 millones el año pasado, con una disminución de 70% en el valor de los envíos pasando de US$ 276 millones, en 2014 a US$ 84 millones en 2016.
Si bien es para hacer proyecciones sobre la temporada, ya que recién se siembra en EE.UU., la opinión de la industria está dividida. Algunos proyectan que este año no habrá grandes cambios respecto de 2016, ya que los inventarios internacionales siguen altos y en el hemisferio norte no han ocurrido problemas climáticos que permitan pensar en un aumento de la superficie contratada en Chile. El panorama sería similar para el resto de las semillas de commodities.
"No creo que 2016 haya sido el año de inflexión. El negocio sigue deprimido y eso hace que las compañías estén controlando muy fuerte sus inventarios a nivel internacional y están tomando menos riesgos. Yo veo que la temporada va a ser muy similar a la del año pasado", explica...
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