Clase media representa casi el 60% de los hogares del país, un salto de 20 puntos en menos de una década, pero enfrenta muchos más riesgos que se agudizarán con la crisis
En casi una década, la movilidad social en Chile ha permitido que más hogares hayan transitado desde posiciones de pobreza y vulnerabilidad hacia la clase media. Pero la parte vacía del vaso es que esta clase media más "grande", en su composición es más riesgosa y vulnerable a eventos como una cesantía prolongada, una enfermedad de alto costo o la discapacidad.Ahora, con el shock que el coronavirus generará en la economía, estos siniestros podrían golpear con más fuerza a este segmento de la población.En forma inédita el Banco Mundial midió y caracterizó a la clase media en Chile, en el marco de un programa de estudios compartidos que mantiene con el Ministerio de Hacienda y que persigue "entender mejor a este segmento y su evolución, así como sus principales problemas y los siniestros que contribuyen a su vulnerabilidad", explica Gabriela Inchauste, economista líder del Departamento de Reducción de la Pobreza e Inequidad del organismo.La experta agrega que en una segunda fase le propondrán al Gobierno instrumentos para responder mejor ante siniestros, como la cesantía prolongada, la discapacidad o un gasto catastrófico de salud, que ellos estiman son los que más inciden en la caída a los segmentos vulnerable y pobre.A partir de una metodología basada en datos de la encuesta Casen y del Ministerio de Desarrollo Social, el Banco Mundial determinó que si en 2009 la clase media en Chile estaba compuesta por el 35,8% de la población, menos de una década después, en 2017, este porcentaje había escalado al 58,8%, un aumento "importante", a juicio de la entidad, que se tradujo, a su vez, en "una reducción sustancial de los hogares en situación de pobreza y vulnerabilidad", los que en ese lapso bajaron de 25,3% a 8,6% y de 36,7% a 28,5%, respectivamente. La clase alta en tanto, también se incrementó y pasó de 2,2% a 4,1% (ver gráficos).Sin embargo, en este mismo período, el organismo multilateral estableció que el 8,4% de los hogares del quintil de mayores ingresos en 2009 pasaron en forma directa al quintil más pobre en 2015, mientras que lo mismo sucedió con el 19% de los hogares de los quintiles medios. Descensos tan bruscos se dan en contextos de situaciones catastróficas que pueden ser tan desgastantes que pueden terminar en una situación de pobreza, aun cuando la familia tenga buena cobertura de salud y buena situación económica, explica Sebastián Villarreal, subsecretario de Servicios Sociales, entidad que fue la contraparte técnica del...
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