El clan detrás de Andrés Palma
Esa vez Andrés Palma ganó la elección, se transformó en el presidente de la Juventud Demócrata Cristiana y comenzó una zigzagueante carrera política que lo tiene hoy como el hombre clave de una de las reformas que podría definir el éxito o el fracaso del gobierno de Michelle Bachelet.
Pero entremedio, entre aquella elección de su partido y su actual cargo en Educación, Palma enfrentó varios capítulos en su vida que le recordaron las palabras de su padre.
Reunión familiar
Un jueves, a las siete de la tarde, cuatro de los cinco hijos Palma Irarrázaval están reunidos en la casa de Ana María, la actriz del clan, quien fue agregada cultural de los gobiernos de Patricio Aylwin y Eduardo Frei. Además de ella, están Angélica, arquitecta; José Antonio, ingeniero comercial; y Andrés, economista, político, ex diputado, ex ministro y el menor de los hermanos, a quien el resto de la familia describe como "el genio", el que siempre se peleó el primer lugar en el Liceo Alemán y el de carácter explosivo y un poco rabioso.
Cuando los escucha, Andrés Palma sonríe en silencio, como si quisiera pasar inadvertido.
Los dos hermanos mayores: Ignacio, ingeniero; y Joaquín, político y ex diputado, ya han fallecido. El primero murió de un cáncer hace más de dos décadas y el segundo hace un año tras enfermar súbitamente en un viaje a Brasil. Tampoco está aquí Juan Carlos, empresario, quien está de viaje por su trabajo como gerente de una empresa minera.
Los Palma descienden de uno de los linajes más prolíficos de la política chilena. Ignacio Palma Vicuña fue la séptima generación de "ignacios" Palma en el Congreso. Por el lado de la madre, Ana Irarrázaval Donoso, también hay senadores, diputados, candidatos a la Presidencia y hasta un Presidente, Joaquín Prieto, que gobernó a mediados del siglo XIX.
En esta habitación los hermanos hablan, discuten y recuerdan a su padre, quien de joven militó en el Partido Conservador para convertirse luego en un prohombre de la DC y, dicen sus hijos, en un revolucionario y un visionario.
-Si yo no hubiera sido hijo de mi papá, no tendría el espacio político que tengo -confiesa Andrés Palma.
Acaba de terminar un tenso día de trabajo para él, y mientras se sienta en el blanco sillón que adorna la casa de su hermana Ana María, comenta los detalles que vivió durante la jornada anterior en el Congreso, donde se votó la idea de legislar sobre la reforma educacional; habla de las llamadas que recibió de parlamentarios de oposición y de dirigentes de RN; y comenta su retorno a la primera línea de la política:
-Desde que estoy en esto, nunca más llegué temprano a mi casa.
A principios de agosto, el ministro de Educación Nicolás Eyzaguirre lo nombró secretario general de la reforma educacional. Ambos se conocían desde que eran estudiantes en la U. de Chile y luego se volvieron a reencontrar cuando Eyzaguirre fue jefe de su esposa, Ana María Correa.
-Trabajar con Nicolás ha sido espectacular. Es una persona creativa, entretenida, un gran jefe.
-¿Y qué opina de las polémicas que ha generado con sus declaraciones? Ahora dijo que los colegios subvencionados de excelencia sí van a poder seleccionar a sus alumnos.
-Irrelevantes.
Palma entró a la DC a los 15 años. Recuerda exactamente el día, el 4 de septiembre de 1970, porque fue cuando Radomiro Tomic perdió la elección presidencial contra Allende.
Tras ser exonerado en 1980 como docente de la Universidad de Chile, Palma cooperó con organismos de la Iglesia católica que defendían a los perseguidos por la dictadura. En esa época fue presidente de la JDC.
-Cuando un grupo me pidió postular al cargo, me tocó ir a Concepción a reunirme con los "chascones", porque era fundamental que me apoyaran. Allá no sabían quién era yo, pero uno de ellos me preguntó: "¿Tú eres hijo de Ignacio Palma?". Le respondí que sí. "Ah -me contestó-, entonces te creo". En esa campaña me enfrentaba a la máquina del poder del partido; tenía el apoyo de don Gabriel Valdés, pero estaban al frente don Patricio Aylwin, Gutenberg Martínez, don Pepe de Gregorio. Pero los viejos falangistas no me podían criticar, porque yo era hijo de Ignacio Palma y no podían entrar en conflicto con él.
Siendo presidente de la JDC, fue encarcelado por el régimen.
-Me acusaban de terrorista. Cuando dieron mi orden de detención, me fui a presentar a la comisaría. Estuve en Capuchinos con Fernando Paulsen y varios más como un mes. Llegaba mucha gente a vernos. En esa época estaban empezando las marchas y protestas.
Con el retorno a la democracia, fue diputado por La Granja, Macul y San Joaquín durante tres...
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