La ciudad que no vive de sus mitos
-Sí. Es mi primera vez en Seattle y quiero tomar algún tour sobre la música grunge y Nirvana.
César luce confundido. Es como si le hubiese preguntado por una talabartería o algo así de inusual. Se da vuelta para hablar con dos colegas, que de inmediato lucen tan confundidos como él. César parte a la oficina del jefe, cargando la pregunta. Vuelve con una semi respuesta:
-Hay tours que recorren los puntos más interesantes de la ciudad, como Pike Market o la Aguja Espacial. Quizás en el recorrido pueden pasar por algún lugar que le interese -dice César.
Antes de llegar a Seattle había buscado circuitos sobre Nirvana en Internet, pero nada. Lo mejor que había conseguido era un hotel en el céntrico barrio de Belltown, a dos cuadras de Crocodile, uno de los primeros clubes donde tocó Nirvana. No era mucho. Y como en mi escala de necesidades luego de la conexión WiFi viene la alimentación, decidí posponer mi curiosidad melómana para ir directo al Pike Market a almorzar. Usualmente, los mercados centrales son la mejor forma de conocer la auténtica cocina de una ciudad. Dicho y hecho: un par de minutos después ya estaba dando cuenta de un perfecto Crépe au Saumon y una copa de riesling, todo por 17 dólares.
El postre estaba cerca. En el subterráneo del mismo mercado está Holly Cow Records, una disquería dedicada a la venta de vinilos de colección. Ésta sería mi puerta de entrada al Seattle de Kurt Cobain, pensé.
En Holly Cow Records me recibe Eddy, vendedor que tiene un look que impacta: camisa leñadora, pelo largo. Como sacado de 1994, año en que murió Cobain, líder de la legendaria banda.
-Busco discos de Nirvana.
Eddy pone cara de póker:
-Déjame buscar -dice con voz apagada, y al rato vuelve-. Tengo éste -y me muestra un disco sencillo, de siete pulgadas, que contiene Sliver.
-¿Sólo ese?
-Sí. Es que los discos de Nirvana se van rápido.
-¿Muchos fanáticos en Seattle?
-No. Los compran los turistas que vienen al mercado.
En Seattle se arman los aviones de la Boeing. Desde este lugar, Amazon se lanzó a la conquista del mundo y, de paso, cambió la forma de comprar libros. Una tiendita ubicada junto al Pike Market, conocida como Starbucks, globalizó el concepto de los cafés onderos. Microsoft tiene sus cuarteles generales en un pueblo cercano. A eso habría que sumarle los 100 millones de discos vendidos por Nirvana.
Verde, lluviosa y acorralada en la frontera con Canadá, en el Estado de Washington, es como si Seattle fuera por la vida generando hitos...
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