El cirujano que trocó el quirófano por la oficina y que esta semana operó en la peor emergencia de Masvida
Después de una maratónica jornada, en las últimas horas de la tarde de este viernes 10 de febrero, Claudio Santander Kelly -69 años, cirujano de tórax y cardiovascular y presidente de Empresas Masvida- partió raudo a su casa en Concepción, para luego ir a su campo en Los Ángeles, donde le tocaría tractorear, porque su fiel colaborador, don Lucho, tenía el día libre.
Estaba más tranquilo: en la tarde había enviado el Plan de Ajuste y Contingencia (PAC) a la Superintendencia de Salud y, lo más importante, había avanzado en un posible acuerdo con el grupo Gamma. Mientras algunas fuentes señalan que el interés de este grupo está en las clínicas, otras versiones señalan que ingresaría como socio estratégico al conglomerado de salud.
Santander está sorteando una compleja emergencia en la llamada "isapre de médicos", fundada por él mismo y una docena de colegas de Concepción, en 1988. De concretarse el deal con Gamma habría una mejoría para Masvida, que tras una negociación infructuosa con el fondo de inversión Southern Cross a fines del año pasado y un ajuste patrimonial de $23.000 millones en uno de sus principales activos, la Clínica Las Lilas, enfrentó la pérdida de confianza de los afiliados y el mercado, así como la presión de la autoridad.
Los que conocen más íntimamente a Santander no dudaban de que dejaría la piel en busca de una solución. "Es apasionado, muy inteligente y muy correcto, yo confío en él", dice Carlos Brain Trucco, uno de los fundadores de Masvida. "Su error es haber hecho crecer demasiado a la isapre", señala. Arístides Parada Paúl, otro de los socios originales de la entidad, recuerda que el actual presidente de Masvida llegó a la gestión de la isapre en otro momento complejo, a fines de los 90.
Los inicios en el Club Concepción
En el Club Concepción, de la ciudad penquista del mismo nombre, se reunían los médicos que fundaron isapre Masvida a fines de los 80. Eran facultativos que ejercían en el Hospital Regional o algunas de las clínicas privadas que había en la ciudad -Sanatorio Alemán, Clínica Francesa y los hospitales Del Trabajador y la Mutual-, que habían estudiado en la Universidad de Concepción y a los que les preocupaban dos cosas: que ellos y sus familias tuvieran una buena cobertura de salud y que la naciente industria de la salud privada no afectara sus honorarios médicos.
Entre los contertulios estaba Hernán Göuet Vallet-Centre, quien moriría dos años después de nacer Masvida; el doctor Walter Enríquez Mora...
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