Una de cada cinco camas psiquiátricas la ocupa un paciente derivado por la justicia
Para dar respuesta a esta situación, Salud creó unidades especiales. Y eso redunda en que hoy un 18% de la ocupación del recinto asistencial se explica por las derivaciones que hacen los jueces. Es decir, una de cada cinco plazas es determinada por un tribunal y no por un criterio clínico.
Esto, en un contexto donde el país apostó por reducir las camas de larga estadía psiquiátrica para cambiar la lógica que imperó hasta bien entrado el siglo XX, basada en el encierro para los pacientes de salud mental, y decidió cambiarlo por una integración mayor con la sociedad, dejando las plazas de hospitalización mayormente para los casos agudos. "Hace diez años las camas de larga estadía eran el 49% del total. Hoy esa cifra llega a solo 8%", afirma el psiquiatra Juan Maass, secretario general de la Sociedad de Neurología, Psiquiatría y Neurocirugía. Sin embargo, la escasez de camas de hospital se da a nivel general en el sector público, y la salud mental no es la excepción. Una plaza es un bien escaso, que los médicos han decidido defender en algunas situaciones.
En desacato
El problema se ha tornado de tal magnitud, que hay ocasiones en que los médicos se han rehusado por razones clínicas a la decisión de la justicia de derivar un nuevo paciente, por lo que han sido acusados de desacato. "Como el sistema no funciona muy bien, los jueces se ven presionados y, a su vez, exigen al sistema de salud. Por esto han llegado a declarar en desacato a médicos que por ciertas razones, propias de su quehacer, no han accedido a la orden judicial... No es habitual, pero se da", explica Maass.
Lo confirma Sonia Tardito, quien asegura que "hacemos permanentemente un trabajo con los jueces, para explicar cuándo y en qué casos corresponde una hospitalización... Hay algunos muy receptivos y otros no tanto. Tuvimos que contratar abogados para poder dialogar con ellos, a través de oficios".
El presidente de la Sociedad Chilena de Salud Mental, Raúl Riquelme, añade que hay también un problema operativo que ha hecho que los hospitales no puedan entregar la atención que requieren estos pacientes, y hay un deterioro potencial del tratamiento de los otros internos. "Son personas que ofrecen mayor capacidad de riesgo, deben tener mayor proporción de funcionarios por paciente. Van a un sector de 30-35 camas, y se debe atender uno, dos o tres reos insanos, que Gendarmería asiste, pero que también intimida al resto", asegura.
Desde la otra vereda, el conflicto también tiene...
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