Las cinco claves que dejó el histórico plebiscito de salida
1 El valor del voto obligatorioAnalistas y expertos lo reiteraron camino a la jornada electoral, una y otra vez: la novedad del voto obligatorio dibujaba un escenario que volvía prácticamente imposibles las comparaciones con procesos recientes.Nadie se atrevía a vaticinar un número. El Servel tampoco lo hizo, pero sí planteó que el recuerdo más fresco, de 8 millones 300 mil votantes en la segunda vuelta presidencial, podría superarse por la "obligatoriedad y trascendencia" de la ocasión. Aunque los abundantes eventos electorales de los últimos años mostraban que incluso con voto voluntario los chilenos experimentaban una revitalizada voluntad de participar, los más de 13 millones de votos de la jornada convocaron a nuevos electores que jugaron un rol decisivo y marcaron varios hitos: la votación del Rechazo (7.882.958, un 61,86%) superó la votación total del plebiscito de entrada, en que el Apruebo obtuvo 5.899.683 votos, y la alta votación (4.621.231) obtenida en la segunda vuelta por el Presidente Boric.Resaltó el contraste de las preferencias en el país con el voto en el extranjero (59.510 votos), donde el Apruebo se impuso con el 60,92%. Por el contrario, en Chile, todas las regiones se inclinaron por el Rechazo. En la Región Metropolitana, en tanto, uno de los bastiones con que contaba el Apruebo, el Rechazo a la propuesta se impuso e, incluso, la derrota incluyó comunas populares como La Pintana, San Ramón o Quilicura. Santiago marcó probablemente otra pérdida muy dolorosa para el oficialismo, al igual que lo ocurrido en las restantes comunas lideradas por alcaldes comunistasAcreditadas las fortalezas y eficiencia del Servicio Electoral, el valor de legitimidad democrática que da al resultado la participación del 85,81% del padrón hace inevitable que se replantee la conveniencia de restablecer el voto obligatorio en general en los procesos electorales.2 El país no se dividió en partes iguales frente a la propuestaLa veda electoral en cuanto a encuestas comenzó en momentos en que la mayoría de los sondeos mostraba en torno a 10 puntos de diferencia, pero, en los últimos días, consultas "filtradas" aludían a una distancia que se estrechaba. Con resultados en mano, la encuesta Black & White de la primera quincena de agosto terminó siendo una de las que más se acercaría: proyectó en ese entonces, 59% para el Rechazo y 41% para el Apruebo. La misma entidad encuestadora también planteó en su momento que el asunto de los indecisos no era, realmente, tan así, y que con el trabajo de la Convención, la suerte ya estaba echada.Pese al fraccionamiento que se expresa en distintas dimensiones de la política -un Congreso altamente fragmentado (casi una veintena de partidos, solo con mirar la Cámara de Diputados) y una reciente elección presidencial que se definió por 44% y 56%-, la ciudadanía no se dividió frente a la propuesta refundacional de la Convención, sino que se inclinó abrumadoramente por rechazarla.No se trata, y los números impiden cualquier lectura de este tipo, de algo que pueda leerse en clave de izquierdas y derechas, o de respaldo versus rechazo a la...
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