Cielo, duquesa y tortuga
Debo decir que por un defecto de la educación universitaria gratuita, más me importa lo lateral que lo central y más lo secundario que lo relevante.
El primer mensaje lo envió la Presidenta Michelle Bachelet por Facebook y desde los salones del Palacio de Cerro Castillo que tuve el gusto de recorrer hace años, claro que solo los jardines y cuando la gran tortuga ecuatoriana y regalona aún estaba viva.
Lo de la Presidenta en las redes sociales fue breve y lo que me quedó grabado fueron unas flores a sus espaldas y dentro de un macetero. Unas aves del paraíso, cuyo nombre científico es Strelitzia reginae . Es decir, "reina" en latín, y lo otro fue en homenaje a Carlota de Mecklemburgo-Strelitz, una noble europea interesada en la botánica.
En este 21 de mayo del 2016, por lo tanto, vayan por delante dos recuerdos: a una tortuga oriunda de Galápagos y a la duquesa alemana.
No hubo tantas imágenes ni regodeo periodístico, como en otras ocasiones, de los vestidos, atuendos y de la presencia de las ministras o bien de las esposas o parejas de los ministros, sin embargo estuve atento al poder femenino y cuando aparecieron en pantalla detuve las imágenes, y las revisé en detalle y con harta buena voluntad, con el propósito de decir algo atractivo.
Me esforcé, pero no lo logré, así que no tengo nada que añadir ni agregar.
Me doy cuenta, eso sí, de que el rostro de amargura y calvario de los señores ministros no es solo por el arte de gobernar.
Y lo señalado para ellos, vale para ellas, porque este cuento y comentario no es machista, sino recíproco, humano y equivocado, probablemente.
El caso es que el gabinete en pleno, por un solo día en el año, es como un ave del paraíso y cada integrante asiente, sonríe, cabecea complacido y le encuentra toda la razón al discurso y al Estado de la Nación.
El esquema de filmación no es gran cosa, pero es ordenado y esquemático: la Presidenta va por áreas temáticas y surge un primer plano del responsable del área.
Así Jorge Burgos, ministro del Interior, algo come y chupa. Una pastilla, un dulce o quizás algo de su época pretérita: un Cri-Cri.
Adriana Delpiano, ministra de Educación, mira a diestra y siniestra, parece preocupada y nerviosa por el futuro.
Nicolás Eyzaguirre, ministro de la Presidencia, con la lengua busca algo dentro de su boca y por fin lo encuentra: el diente o la muela siguen en su puesto, claro que ya se están moviendo.
Es que así pasan los años y el tiempo.
Soy crítico, eso sí, de un término del...
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