Cicloviajeros resisten duras travesías por Chile con la ayuda de voluntarios locales - 8 de Junio de 2018 - El Mercurio - Noticias - VLEX 727451297

Cicloviajeros resisten duras travesías por Chile con la ayuda de voluntarios locales

Antes de pedalear la carretera Austral, los holandeses Olivier Van Herck y Zoë Agasi debían descansar en Puerto Varas. Aunque los 10 días anteriores habían dormido en carpas, su primera noche en la Región de los Lagos los recibió con una cama y una ducha caliente.

"Adriana Schwartzer, que es chilena, nos alojó en su casa. Su hijo ya había viajado en bici y se quedó con locales. Ella quiso hacer lo mismo por nosotros", cuenta Olivier a "El Mercurio" desde Bolivia, donde los tiene el viaje en bicicleta que empezaron hace un año y ocho meses en Holanda. "Tener un lugar para descansar es un lujo enorme para un ciclista. Después tomamos el siguiente tramo con más confianza", recuerda.

Hasta esa casa llegaron a través de "Warmshowers" o "duchas calientes" (www.warmshowers.org), una red global que ofrece hospitalidad gratuita para ciclistas viajeros.

"Esto les da una alternativa a los hoteles o campamentos caros. Las personas que desean hospedarlos se inscriben en la página y tienen la oportunidad de compartir grandes historias o una comida", dice a "El Mercurio" Jack Turner, actual administrador de la red que opera sin fines de lucro.

Aunque fue fundada en 1993, la comunidad ha crecido de forma notable recientemente, atrayendo a 20 mil nuevos miembros en 2014 y 25 mil más en 2015. "El cicloturismo es cada vez más grande y por eso nosotros también", dice Turner.

De los 6.270 miembros que tiene la red en Sudamérica, 607 están en Chile. Otra de ellas es Fernanda Collao, de 29 años, quien recibió al primer ciclista en 2012. Desde entonces ha respondido a casi todas las solicitudes y ha hospedado a 29 viajeros en su casa de Los Vilos.

"A diferencia de un turista común, recibirlos a ellos es especial, porque aprendes de su forma de vida. También se aprende a perder el miedo a conocer al otro y confiar", comenta Fernanda.

A finales del año pasado albergó a una pareja de Irán. "El solo hecho de cocinar con ellos su comida y conocer su música era maravilloso".

Apenas llega un ciclista, se le ofrece tomar un baño caliente, descansar y la oportunidad...

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