Chiloé vs. las mujeres del mar - 3 de Marzo de 2024 - El Mercurio - Noticias - VLEX 1024319374

Chiloé vs. las mujeres del mar

"Una mujer es mala suerte en el barco", decía mi padre. Era marino; yo, una niña. Lo veía salir de casa con mis tres hermanos hombres que sí podían ir a navegar. Tal vez eso gatilló que, de grande, me interesara la navegación. La primera vez que viajé así lo sentí como un soplo que dio vida a un sueño ahogado.Les cuento esto a las seis mujeres que están sobre la cubierta de un catamarán, en el primer día de la travesía que nos reúne.Serán ocho días y siete noches recorriendo canales del archipiélago de Chiloé en una embarcación de lujo: 40 pies, cuatro cabinas dobles, cuatro baños, una cocina más grande que la de mi departamento (la mesa del comedor, también) y, en la proa, un estar modo "terraza" donde se podría montar una fiesta.Por fin ha llegado el momento que hemos esperado un año. Fue a principios de 2023 cuando Daisy Denham nos hizo la invitación para navegar en el velero de su padre que estaba parado en la cofradía náutica de Algarrobo. Buscó entre sus amigas a diez que pudieran comprometerse para salir a navegar fin de semana por medio. Así, formamos una tripulación de mujeres navegantes y nos bautizamos Mujeres del Mar ( @mujeresdelmarchile ).No era necesario saber algo de antes. Daisy enseñó con paciencia y tesón, dos cualidades que probablemente adquirió como profesora de párvulo. Nos dio a cada una su función. Yo estoy encargada del mástil o palo mayor. La primera vez que pude subir esa vela sin ayuda, Daisy pidió un aplauso.También nos regaña, no voy a mentir. Pero siempre con calidez. Sin las descalificaciones que he escuchado en otras tripulaciones cuando hay solo hombres.Zarpamos a medio día y con tiempo favorable desde Quinqued, a 15 kilómetros de Castro. El primer día recorrimos 15 millas y en tres horas llegamos al primer destino, la isla de Quehui . Desembarcamos en el bote auxiliar en dos turnos. En la isla nos esperaba Manuel Lepicheo, su familia y un asado de cordero con papas chilotas. Para drenar la grasa de la carne, mucho vino.Volvimos a dormir al catamarán anclado frente al pueblo de Quehui, que apenas son unas pocas casas.Para despabilar en la mañana siguiente, nada mejor que un piquero desde la borda. Nos animamos y aplaudimos; el refuerzo positivo es algo para destacar en esta tripulación, y se siente muy bien.Levantamos ancla y seguimos la ruta. La capitana Ignacia Berríos, Nacha, informa que este será el día más largo. Navegaremos ocho horas para cruzar el golfo de Ancud . Usualmente es un paso difícil por...

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