Los chilenos que frecuentaron el círculo de Pablo Picasso - 12 de Febrero de 2017 - El Mercurio - Noticias - VLEX 664660565

Los chilenos que frecuentaron el círculo de Pablo Picasso

A esos cinco nombres se pueden sumar otros que también se instalaron en la modernidad y conocieron al pintor malagueño a través de su vida: Roberto Matta (que vio parte del proceso de creación del "Guernica"), Juan Emar, Wanda Morla, Luis Vargas Rosas, el cubano-chileno Mario Carreño y José Venturelli. De hecho, la hija de este último -Paz Venturelli- debe su nombre a un acuerdo de su padre con el español: en 1949, sus respectivas esposas estaban a punto de parir, y a los pintores se les ocurrió acordar que la primera niña que naciera se llamaría Paloma, y la segunda, Paz. Ya sabemos quién nació primero.

Eugenia Huici: la madrina

De padres bolivianos, Eugenia Huici (1860-1951) dejó Londres y se instaló en Francia en 1914 tras separarse de su marido, el pintor y diplomático José Tomás Errázuriz. Pasó la Primera Guerra Mundial entre París y Biarritz, y se convirtió en eje del modernismo que germinaba junto con el siglo corto: "Esta chilena, gracias a su influencia y al igual que Gertrude Stein, facilita la integración de una generación de artistas jóvenes y extranjeros en París, epicentro de la vanguardia internacional", escribe Alejandro Canseco-Jerez en "La vanguardia chilena".

A Picasso (1881-1973) lo tomó bajo su protección en 1916 y lo ayudó a instalar su estudio en Montparnasse. Ya en 1917 se hablaba de un nuevo Picasso, "que se interesa en su apariencia exterior. [...] Ernst Ansermet, al regresar de Barcelona, casi se desmaya al ver a Picasso en smoking ", se lee en el libro de Canseco-Jerez. Pero había más: "El Picasso de los años de posguerra, el innovador cubista revolucionario que después sería el gran artista de la Escuela de París, respetado y buscado por el mundo, el genio rebelde, es indiscutiblemente, en buena parte, la creación de su protectora chilena", ha dicho el crítico de arte Douglas Campbell.

Junto con el mecenazgo y una íntima amistad, lo de Huici fue visión para reconocer belleza en el nuevo arte. Algo que en los años veinte no era evidente, por ejemplo, para Wanda Morla, otra chilena en París, amiga de Huici, que conoció a Picasso y lo juzgó así, a él y a su obra: es "el adefesio más agrande (...), español afrancesado, casado con una Elfie rusa, creador de la pintura más incomprensible".

La Elfie rusa es Olga Khokhlova. Se casaron en 1918 y pasaron una luna de miel de 10 meses en Biarritz, en la casa de Huici. Durante ese tiempo, ella siguió empujando la carrera de su amigo, contactándolo con burgueses y aristócratas; y este habría pintado una serie de frescos en las paredes del lugar (en esa y otras visitas). De esos años es un retrato de "Madame Errázuriz", hecho a lápiz (se dice que habría hecho otros 14).

Picasso fue...

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