Chilenas tienen más acceso a bienes y ahorro, y mayor independencia económica, pero siguen ganando menos
El jueves se cumplieron 66 años desde que se firmó la ley que entregó el derecho a voto a las mujeres en Chile. Un hito en la participación de las féminas en un ámbito que históricamente estuvo relegado a los hombres. Y una ocasión para revisar cómo han avanzado las mujeres en otros ámbitos de la vida nacional -por ejemplo, su inserción en el mercado laboral- y, en general, cómo han evolucionado las chilenas en el manejo de sus finanzas, tenencia de bienes, ahorro y en el manejo de su patrimonio.
Las cifras muestran dulce y agraz. Hay ámbitos en los que en la última década se observan "conquistas" importantes: ellas tienen mayor acceso a bienes y servicios y mayor independencia financiera. Por ejemplo, hace nueve años el 37,1% de las parejas se casaba con separación de bienes y hoy lo hace el 42,6%.
Si en 2004 apenas un tercio de ellas trabajaba, hoy lo hace casi la mitad, y el número de mujeres profesionales supera al de los hombres (420 mil versus 415 mil), según los datos del Registro Civil.
Pero, por otro lado, ellas siguen ganando menos que los hombres y la diferencia (o brecha salarial) se profundizó. En 2010 los hombres ganaban en promedio 32,8% más que las mujeres; en 2013, 33,2% más.
Ahorran, aunque ganan menos
El número de los productos de ahorro (como depósitos a plazo y cuentas de ahorro para la vivienda, entre otros) contratados por las mujeres creció a una tasa anual promedio de 3,6% versus el 1,1% en que lo hicieron estos mismos productos asociados a los hombres. En el ahorro para la vivienda, en particular, se observa un salto importante: en 2002 ellas contribuían con el 47,4% del total de los montos en estas cuentas, y a julio de 2014 crecieron hasta participar del 62,7% del total.
En ahorro previsional destaca que del total de cotizantes voluntarios del sistema, la inmensa mayoría (68,3%) son mujeres, lo que demuestra que ellas están siendo más precavidas que los hombres.
Beatriz (33 años, Las Condes) es un ejemplo de disciplina financiera. Cada fin de mes, esta profesional de las comunicaciones suma los sueldos líquidos que reciben su marido y ella, en torno a $3,5 millones mensuales, paga todas las cuentas básicas, gastos de su hijo de un año, bencina de su auto, asigna una mesada para su marido y para ella, y el monto restante lo ahorra en un depósito a plazo que actualizan cada tres meses.
"La mujer puede ahorrar igual que el hombre, pero para eso es clave tener un sistema de ahorro programado como el mío (de APV)"...
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