Una chilena en el Cirque du Soleil - 27 de Febrero de 2018 - El Mercurio - Noticias - VLEX 704197137

Una chilena en el Cirque du Soleil

Rodeada de actores interpretando a seres irreales -como hombres con cabezas de animales selváticos- Valentina Escorza caracterizaba a una joven llamada Joyà, quien recorre una jungla junto a su abuelo. Precisamente este mundo donde se encuentran con piratas y acróbatas y además descubren los secretos de la vida, es una creación de la mente del abuelo. Un sueño.

Desde México, donde vive hace cinco meses, sin un reflejo de cansancio en su voz -aunque tiene a veces hasta dos funciones al día-, la actriz chilena recuerda esa noche:

-Era mi cumpleaños también, entonces sentí hartas emociones. Cumplí treinta años estrenando aquí, fue una locura. Estaba mi mamá, salí del escenario y lloré. Estaba muy emocionada, feliz. Sentí como un éxtasis a nivel profesional y a nivel humano, muy bonito.

Es de mañana. Valentina está comenzando a prepararse para los dos shows que tiene a las 7 de la tarde y a las 10 de la noche.

Sus inicios

Valentina Escorza Luongo creció en Santiago, en San Miguel, y quiso ser actriz desde que vio, en un paseo escolar, la obra de William Shakespeare "Sueño de una noche de verano". Entonces se sintió fascinada por el género dramático y tomó talleres para prepararse para estudiar Teatro en la universidad. Pero cuando dio las pruebas especiales de admisión en las escuelas de teatro de algunas universidades, no quedó. Era 2004. Valentina tenía 17 años, y al ver su frustración su familia le comentó que podía obtener la ciudadanía italiana, por herencia del bisabuelo materno. Esperó cumplir la mayoría de edad, y partió a Italia buscando nuevas opciones.

-No fue un pensamiento muy intelectual, sino práctico, de buscar alternativas para seguir el instinto de lo que quería hacer -dice.

En febrero de 2006, Valentina Escorza llegó a Milán sin saber italiano, pretendía entrar a alguna academia de Teatro, pero el dinero no le alcanzaba. Al comienzo se tuvo que ganar la vida como barrendera. Dice que trabajar limpiando las plazas era la mejor forma para aprender el idioma. Lo explica:

-Escuchaba a los niños hablar, y anotaba las palabras que no conocía para ir a la biblioteca a estudiarlas.

Valentina Escorza también fue copera y garzona en varios restaurantes durante su permanencia en Milán. Pero seguía tras su sueño de ser actriz, y así fue que un día llegó a Módena, al sur de Italia, donde empezó a asistir de oyente a los ensayos de "Teatro dei Venti", compañía caracterizada por desarrollar las técnicas del teatro callejero y por el uso de...

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