En Chile, la velocidad lleva dos décadas detenida
Fue como una ráfaga. Y que dejó huella hasta hoy. El pasado jueves se cumplieron 20 años del récord nacional de Sebastián Keitel en los 100 metros planos. Dos décadas desde que el ex velocista anotara 10.10 segundos sobre la pista atlética de San Leopoldo, en Brasil, en una temporada en la que el hoy diputado batiría también la marca de los 200, con 20.15; y Ricardo Roach hiciera lo propio con los 400 al marcar 45.92 para la vuelta.
Eran tiempos en que el trinitario Ato Bolton registraba 9.86 segundos en el hectómetro y el estadounidense Maurice Greene empezaba a reinar en las pistas: en 1999 pulverizaría la plusmarca planetaria al anotar 9.79 segundos en Atenas.
Mientras, Keitel era conocido como "el blanco más rápido del mundo"...
Un título que varios años después recaería sobre el francés Christophe Lemaitre, quien en 2010 se convirtió, además, en el primer velocista blanco en bajar de los míticos 10 segundos, al cronometrar 9.97 sobre el rekortán de Rieti, en Italia.
Hoy, pese al tiempo recorrido, Chile no puede siquiera tener velocistas con buenos registros a nivel sudamericano (ver infografía). Y ni hablar de las grandes citas, a donde ni siquiera clasifican los varones en los últimos años, o en el caso de las damas, quedan muy rezagadas, como le ha pasado a la dueña de los mejores registros chilenos de los 100 y 200 metros, Isidora Jiménez, en los Mundiales y Juegos Olímpicos.
¿Qué factores explican esta situación? Para el propio Keitel, una de las razones es que "fueron marcas extremadamente buenas para su tiempo, incluso a nivel mundial, y lo siguen siendo, por eso han durado tantos años. Es cierto que hoy a nivel escolar hay buenas marcas, pero hasta ahí llegan. En adultos no hay proyección, vemos marcas de 10.60, 10.70, pero no bajan de eso. Hay un límite del 10.30 para abajo, pero es muy difícil rebajarlo".
Mientras que el histórico entrenador Alberto Labra añade: "No es ideal que los récords se eternicen, pero eso depende de las personas que estamos a cargo. Se están entrampando las condiciones en los colegios. Veo a un gran número de velocistas que debiesen llegar más arriba, pero, ¿por qué no llegan? La universidad de nuevo. Seguro van a decir que de nuevo estoy echándole la culpa, pero les pone cortapisas, y esa es una realidad concreta. Estoy retirado hace ocho años y veo que seguimos estancados".
Roach, en tanto, sostiene que "es difícil encontrar una explicación. Hay demasiada presión, porque el atletismo, por lo general...
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