Chile se suma a los pocos países de la región que tienen un ministerio de ciencia y tecnología
"A la gente le interesa la ciencia", dice, entusiasmado, Andrés Couve, director del Instituto Milenio de Neurociencia Biomédica (BNI), al enterarse de que finalmente, tras cinco años desde que se propuso la idea, fue aprobada la creación del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación.
"Si uno apoya la investigación, apoya a un conjunto de personas que pondrán todo su talento y creatividad a pensar cómo explorar, descubrir y mejorar el mundo", agregó el profesor de la Facultad de Medicina de la U. de Chile.
Por 130 votos a favor y una abstención, ayer se cumplió en la Cámara de Diputados el último trámite legislativo del proyecto de Ley que crea el nuevo ministerio. Ahora, todo está listo para su promulgación.
El proyecto crea una nueva institucionalidad para la ciencia, tecnología, conocimiento e innovación con la conformación de un ministerio y una agencia de investigación y desarrollo (ver nota lateral), entre otros estamentos.
El ministerio será el encargado de diseñar, formular, coordinar, implementar y evaluar las políticas, planes y programas destinados a fomentar y fortalecer esas cuatro áreas asociadas a la investigación científico-tecnológica en el país.
Para el ministro secretario de la Presidencia, Gonzalo Blumel, la aprobación del ministerio es el hito más importante de la institucionalidad científica en los últimos 50 años, porque permitirá "mirar los desafíos de futuro de Chile y proponer las políticas públicas para hacerse cargo de ellos. Nuestro Estado no tenía el marco adecuado para enfrentar una cuarta revolución industrial".
Al respecto, cree que "nos faltaba una entidad rectora para definir las políticas públicas y que permita mover las fronteras del conocimiento. Además, el proyecto crea un comité interministerial, un mecanismo de coordinación y articulación entre distintas instancias", dice.
Concuerda el sociólogo de la U. Católica Manuel Tironi: "No sé si va a cambiar la percepción de las personas con respecto al fenómeno de la ciencia y tecnología como tal, pero que exista un ministerio le da otra posición en la agenda pública". Eso sí, advierte que un tema clave será el financiamiento, ya que la real influencia que pueda ejercer este nuevo ministerio dependerá del presupuesto que maneje.
Sus esfuerzos, opina el sociólogo, tendrán que enfocarse en insertar, en forma concreta, más y mejor a la ciencia y tecnología en las comunidades, en la ciudadanía en general y en las escuelas. También cree que...
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