En Chile la felicidad se vive puertas adentro - 3 de Enero de 2016 - El Mercurio - Noticias - VLEX 590964206

En Chile la felicidad se vive puertas adentro

Frente a la pregunta de la última encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP) "¿cuán satisfecho está usted con su vida en este momento?" (en una escala de 1 a 10), el 62% le puso una nota entre 7 y 10. En cambio si se trataba de evaluar el bienestar del resto de los chilenos, ese porcentaje bajó a 18% para el mismo rango de nota. Una fuerte diferencia entre lo que pasa puertas adentro y lo que sucedería afuera, y que abarcaría más aspectos de la vida.

"Desde 2011 también ha aumentado la brecha entre la satisfacción económica personal y la del país", cuenta Ricardo González, encargado de la encuesta del CEP. Así, mientras hace cinco años la percepción de mejoría de la situación económica personal estaba por sobre el 35% y la del país un poco por debajo del 25%, hoy esos porcentajes están cercanos al 40% y 15% respectivamente. Nuevamente una desconexión en aumento.

En primera persona

Si bien existe la creencia de que la percepción de la propia vida va de la mano con la que se tiene de la sociedad, esto no es así, explica Magdalena Browne, directora de la Dirección de Estudios Sociales del Instituto de Sociología UC. "Para responder sobre su bienestar, la gente hace un balance que incluye elementos estables en el tiempo y no solo la coyuntura del momento", dice. Por ello, aunque la percepción general es que el país no tiene una buena proyección económica, en lo personal no tiene por qué pasar necesariamente lo mismo.

Junto con eso, agrega Ricardo González, el acceso a la información -proveniente tanto de los medios de comunicación tradicionales como de redes sociales, como Twitter- sería otro factor gravitante en la brecha. "Mientras las personas están más expuestas a ese flujo de información, la percepción del estado de las cosas es peor", dice. Por ello, si antes la apreciación de la economía personal se movía relativamente junta a la del país, hoy ambas tienen una brecha de casi 25%.

Lo mismo pasó con el mundo político. En 2003 hubo casos de corrupción parecidos a los que el país enfrenta actualmente, pero su influencia en la percepción país fue mucho menor a la actual. El eco de los casos en las redes sociales sería uno de los factores más determinantes, dice el experto.

A ello se suma, dice Magdalena Browne, el que la gente ya no se conforma con lo que sí lo llenaba antes. "El cambio estaría asociado a una mayor reflexividad -de evaluación de los eventos o instituciones-, así como también del contexto de las nuevas generaciones, donde...

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