Chile en la encrucijada - 12 de Enero de 2016 - El Mercurio - Noticias - VLEX 591394322

Chile en la encrucijada

Pero esta tarea es imposible si no se equilibran las demandas y aspiraciones de la sociedad con una estrategia clara de desarrollo, condición de base de la buena gobernanza. Sin esta afinidad, cualquier avance es engorroso, de corto alcance e inestable. El ministro Valdés describe este fenómeno señalando "que a veces uno piensa que tiene un acuerdo y se desarma..., porque la base política que había no existía". Es decir, el desafío es doble, tanto respecto del diseño de la estrategia como de la gobernanza para sustentarla.

En consecuencia, Chile enfrenta tres desafíos de envergadura: recobrar la solidez de los fundamentos económicos en un entorno adverso y volátil; mejorar significativamente la calidad de los bienes públicos disponibles a los ciudadanos, y reducir la brecha de productividad entre los sectores moderno y tradicional de la economía. Algunos los hemos arrastrado por años, otros son más recientes. Pero ninguno puede estar ausente de una agenda de futuro y de la búsqueda de un acuerdo amplio que abra un nuevo ciclo en el camino al desarrollo.

En primer término, son los fundamentos los que dan solidez a la economía, especialmente cuando se avizoran nuevas turbulencias internacionales. El panorama externo de los próximos años es más delicado de lo que el Banco Central considera. El aumento de la tasa de interés en EE.UU., la crisis de Brasil y la desaceleración de China implican enfrentar riesgos en un mundo de grandes desbalances económicos, crecientes conflictos geopolíticos, extensivo uso de políticas no convencionales y manifiesta debilidad de las instituciones financieras internacionales. Así, los próximos años estarán marcados por la volatilidad e incertidumbre.

En este ambiente, Chile pasará de la fortaleza que representaba tener activos netos de más de 16% del PIB en 2008, a una posición deudora de más de 10% del PIB una década después. Desde 2011 hemos sobreestimado tanto el precio de largo plazo del cobre, como los ingresos permanentes del sector público, por lo que el verdadero déficit fiscal estructural es mayor al estimado. En 2012, el Banco Central advirtió este peligro, al señalar que con el alza en el precio del cobre la regla fiscal genera un mayor ahorro inicial, pero que luego, cuando estos cambios se incorporan como permanentes y se ajusta el precio de referencia, el mayor ahorro comienza a decaer y se genera un mayor gasto público. El Gobierno de la época nunca advirtió esta situación.

Afortunadamente aún...

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