El cerebro infantil gasta el doble de energía que cuando es adulto - 26 de Agosto de 2014 - El Mercurio - Noticias - VLEX 525510474
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El cerebro infantil gasta el doble de energía que cuando es adulto

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Vincent

En la etapa de la infancia, el desarrollo cerebral tiene la prerrogativa de consumir más combustible; es decir, gastar proporcionalmente más glucosa. Esto, porque necesita desarrollar una serie de circuitos y conexiones neuronales que permiten al niño acelerar su aprendizaje.

Así lo demuestra un estudio colaborativo de las universidades de Northwestern, Wayne, Illinois y George Washington; las escuelas de medicina de Harvard y Monte Sinaí, y el Hospital de Michigan.

El trabajo ayuda a aclarar por qué los niños crecen más lento en comparación con los mamíferos más cercanos a los humanos, como los primates. Sus resultados los publicó ayer la revista Proceedings, de la Academia de Ciencias de EE.UU.

El costo del aprendizaje

La investigación concluye que el cerebro de un niño de cinco años consume el doble de energía en comparación al de un adulto plenamente desarrollado.

Otra forma de decirlo es que el cerebro a esa edad gasta un 43% de la glucosa que requiere el organismo en el día. "Nuestros hallazgos sugieren que el cuerpo no puede hacer frente a un rápido crecimiento en los años de la infancia, debido a que una gran cantidad de energía se necesita para alimentar el desarrollo del cerebro", dice Christopher Kuzawa, autor principal del estudio y profesor de antropología de la U. de Northwestern. En su opinión, "como humanos tenemos mucho que aprender, y ese aprendizaje requiere un cerebro complejo y ávido de energía".

Coincidente con esto, el cuerpo crece muy lentamente. Esto confirma la hipótesis que existe en antropología de que los niños crecen lento y por muchos años debido a que el cuerpo necesita desviar gran parte de sus recursos al cerebro, dejando poco para dedicarlo a su propio crecimiento. El cuerpo infantil crece a un ritmo lento que es similar al de los reptiles, y no al de los mamíferos, como cabría esperar.

Por esto, después de cierta edad, se hace más difícil adivinar la...

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