Mi censista llegó a Presidenta - 16 de Abril de 2017 - El Mercurio - Noticias - VLEX 677277157

Mi censista llegó a Presidenta

"Me pareció que había que dar el ejemplo como ministra. Me inscribí para censar y pedí ir a Cerro Navia", recuerda ahora en un salón de La Moneda.

Bachelet había trabajado como epidemióloga en el Servicio de Salud Metropolitano Occidente, y en esa labor, dice, "había andado en los consultorios, en los hospitales, muchas veces hacía charlas en colegios. Era una zona conocida para mí, pero no había entrado a las casas".

La Mandataria se reportó temprano en el centro local de operaciones del censo, en la Escuela 406 Violeta Parra, que hoy ya no existe, en la avenida La Estrella.

"Nos enteramos como una semana antes de que ella venía para acá. Me acuerdo que estaba un poco frío el día (la temperatura media fue de 13,6 grados, según la Dirección Meteorológica). Ella llegó muy temprano, como a las 8:00 y algo, antes de que saliéramos a hacer el recorrido asignado. Compartimos café y sándwiches que nosotros mismos preparamos", recuerda Magnolia Guerrero, en ese entonces jefa técnica de la escuela.

Sorpresa

El matrimonio de Pedro Jara y Amanda Contreras (79) vive en la población Federico Santa María. El 24 de abril de 2002 no sabían que iban ser censados por la ministra de Defensa. Solo se dieron cuenta cuando la prensa comenzó a llegar al pasaje Abrantes. "Vinieron todos los canales. Faltó el canal San Carlos nomás", recuerda el dueño de casa.

En esa época, Jara era un fotógrafo independiente y su mujer trabajaba en limpieza de áreas verdes en el sector de Alcántara, en Las Condes. Hoy están jubilados por el INP: él cobra $130 mil y ella, $160 mil.

El matrimonio tiene cinco hijos, pero en 2002 el mayor, Pedro, ya vivía en su propia casa. Así, Annette, Juan Carlos, Roxana y Pablo lo hacían en la casa paterna, con sus respectivas parejas e hijos. En total, Bachelet debía censar a 22 personas solo en esa casa.

Para ello, la ministra censista entró a una pequeña vivienda de autoconstrucción, donde el comedor y living estaban juntos. La ventana que da al pasaje tenía una cortina de velo, amarrada con un lazo rojo. Así se mantiene hasta hoy.

Bachelet tomó una silla y comenzó a anotar datos en la mesa del comedor. Frente a ella se ubicó Pedro Jara. Detrás de la encuestadora, el resto de la familia, muchos de ellos niños.

"Fue harto trabajo, porque eran muchas personas. Estuve un buen rato. La gente estaba muy sorprendida", comenta hoy la Presidenta.

Aunque físicamente la vivienda era una, dentro de la modesta propiedad había varios hogares: atrás estaba...

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