Catalina Soto aceleró contra todos los pronósticos - 11 de Octubre de 2017 - El Mercurio - Noticias - VLEX 694620301

Catalina Soto aceleró contra todos los pronósticos

El éxito chileno tuvo varias caras, pero la de Catalina Soto (16 años) no debería olvidarse fácilmente. Y no solo porque la ciclista se colgó preseas doradas en ómnium (21 puntos) y 2.000 metros persecución individual (2:32.127), sino porque ni siquiera debió haber participado. "Estoy muy contenta porque me esforcé mucho para estar acá y, al final, todo valió la pena", afirma antes de entrar en detalles.

Dos semanas antes de que comenzaran los Juegos, un accidente casi la deja fuera de competencia. Había llegado recién a Chile desde Melbourne, Australia, donde vive hace dos años, y fue a ver competir a sus amigos. "Iba entrando al velódromo y justo alguien venía bajando súper rápido en un punto ciego. No lo vi. Me chocó por el lado derecho y me fracturé la clavícula. Nunca había llorado tanto en mi vida; no podía más de frustración", recuerda.

Desde ese momento, el camino no fue fácil. Fue a tres clínicas distintas, pero la conclusión era la misma: no había posibilidades de competir. Obstinada, Catalina decidió correr igual. Tres días después del accidente, comenzó a entrenar nuevamente, y levantaba de a poco el brazo para tocar el manubrio. "Cada día estaba más cerca y a la semana de la caída logré tocarlo, estaba súper contenta. Pero dos días después la fractura se me desplazó y ahí perdí todas las esperanzas", cuenta la ciclista.

Pero su suerte estaba a punto de cambiar. Fue nuevamente a Urgencias en la Clínica Alemana y un doctor le aseguró que si la operaba, al día siguiente podría subirse nuevamente a la bicicleta. "Cuando me dijeron que iba a poder correr, mi corazón saltó de la emoción. Todo se me dio vuelta; no lo podía creer", asegura.

El 24 de septiembre, a solo cinco días de la inauguración, Catalina entró a pabellón. Tal como se lo habían prometido, al día siguiente estaba entrenando, y el 4 de octubre se subió a lo más alto del podio, en el ómnium. "Yo venía para ganar, pero con la lesión estaba entrenando poco, una hora en vez de tres, así que fue muy inesperado, no podía más de la felicidad", confiesa. Al día siguiente se anotó su segundo oro, esta vez en 2.000 metros persecución individual.

Con estos logros, Soto quedó inspirada, y está pensando en irse a un concentrado de ciclismo en Mar del Plata, Argentina, en noviembre.

"Quiero dedicarme a este deporte. Cuando termine el colegio, voy a avanzar lo más que pueda en mi carrera deportiva y, dependiendo de cómo me vaya, podría entrar a estudiar algo, pero siempre relacionado...

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