Cat Stevens 'No se puede culpar a la religión por los conflictos'
Yusuf Islam -antes conocido como Cat Stevens y cuyo nombre real era Steven Demetre Georgiou- había abandonado su carrera musical cuando se convirtió al islam en 1977. De crianza católica, hijo de una madre sueca y un padre griego chipriota, había llegado a ser uno de los grandes cantautores de Gran Bretaña; un prolífico poeta popular, jamás cínico, jamás creador de canciones por montones sin ponerles dedicación, proveedor de inolvidables éxitos que hasta hoy se siguen tocando.
Por lo tanto fue, para decirlo con suavidad, sorprendente cuando el amable compositor de Moonshadow, vestido con una túnica y casquete, defendió públicamente la amenaza contra Rushdie: "Él tiene que morir. El Corán lo dice claramente que si alguien difama al profeta, entonces tiene que morir", dijo esa vez el músico.
Jamás pidió disculpas, aunque es posible que lamente el impacto que tuvieron sus declaraciones en su reputación. Cuando finalmente habló del incidente en público, manifestó que sus comentarios habían sido "tontos" y "ofensivos", "de mal gusto", aunque habían sido suavizados por esa "famosa característica nacional británica... El humor seco de mi parte". Rushdie tenía su propia opinión: "No es un buen tipo. Puede que alguna vez haya cantado 'Peace train', pero no ha sido Cat Stevens por un largo tiempo. Es una persona diferente ahora".
Stevens, ahora de 66 años, es más atinado y más prudente en estos tiempos. La túnica y el casquete desaparecieron. Es más probable que se lo vea con una elegante tenida casual, de vez en cuando con anteojos de sol. Está hablando por teléfono conmigo desde los alrededores de un hotel en Wimbledon. Por la forma en que lo describen, al menos en la prensa occidental, uno imagina que ha adoptado una posición defensiva, punzante. Pero aquí está él, se oye relajado, flemático, afable, su acento londinense aún intacto; su lógica, quizá no tanto.
-¿Su pasado coexiste cómodamente con su presente?
-En cierto modo lo veo como una lección de historia.
La música es su primer amor, pero el islam es su pasión. Se suponía que hablaríamos de su nuevo álbum y próxima gira. En cambio, una y otra vez nos desviamos hacia la religión, su fundación educacional -que dirige una de sus hijas desde Londres- y su obra de caridad, Small Kindness, que está a cargo de otra de sus hijas en Ginebra.
La Fundación Yusuf Islam hace campaña en pro de que la educación religiosa constituya una parte más importante del currículum: "Estamos viviendo en el mundo más secularizado que hayamos visto. Y creo que la educación es en gran parte la culpable. Si se ignora...
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