El caso de Vitacura - 5 de Septiembre de 2021 - El Mercurio - Noticias - VLEX 875441691

El caso de Vitacura

De las cosas ocurridas esta semana, hay pocas más sorprendentes y de más largo alcance que lo que ha ocurrido en Vitacura. De creerle a una funcionaria, Antonia Larraín, el alcalde Raúl Torrealba recibía regularmente un sobre con dinero de los programas que la propia Municipalidad financiaba, para, según se decía, hacer más eficiente su quehacer.Lo llamativo de este affaire -puede llamársele así- no es su dimensión eventualmente delictual, sino lo que le subyace, los prejuicios que derrota y los rasgos que revela.Desde luego, Vitacura es la comuna más rica, o una de las más ricas de Chile. Viven en ella las personas de más alto ingreso relativo y, como suele ocurrir en la vida social, aquellas a las que prejuiciosamente se atribuyen mayores niveles de conservadurismo, de orden y de probidad. Como lo han mostrado las últimas elecciones, se trata de una comuna predominantemente de derecha, cuyos habitantes, en su mayoría, han de mirar con desdén los desórdenes públicos, con ironía y desprecio a la Lista del Pueblo y, es seguro, habrán criticado con particular intensidad la solicitud de la Convención por mejorar los recursos de que dispone.Y he aquí que, de pronto, bajo sus propias narices, estaba ocurriendo aquello que, es probable, la mayoría creería solo podía producirse en comunas como San Ramón, cuyos pormenores la televisión se ha encargado de divulgar (con el mismo entusiasmo, es seguro, con que debe estar ahora mismo preparando para los televidentes los detalles del caso de Torrealba).¿Qué es lo que este asunto revela?Por lo pronto, la endogamia (tan frecuente en ciertos grupos) en el manejo de los asuntos municipales, como lo muestra el hecho de que la funcionaria que denunció la entrega regular de los sobres con dinero (según relató, ella misma los llevaba a Torrealba) era amiga de infancia de la familia del alcalde que, si creemos su relato, estiraba su mano ansiosa mes a mes para recibir el sobre. La endogamia siempre descansa en la creencia que solo se puede confiar en los pertenecientes al mismo grupo o clase y de ahí entonces que se elija entre ellos a quienes desempeñarán la función. No es pues el desempeño, sino una cualidad meramente adscrita la que decide la asignación del cargo. Eso es exactamente lo que ha revelado el caso de Vitacura. Ese espíritu endogámico es, por supuesto, muy poco moderno: como lo demostró hace tiempo Putnam en sus estudios sobre el caso italiano, la confianza extendida hacia los cercanos es casi...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR