'Mi caso es el de un profesor que ha dedicado su vida a la universidad con los alumnos que quieren liquidarlo'
"Soy una persona con una definición bastante evidente. Soy un conservador, que fue militante de la UDI, que apoya a José Antonio Kast, que es un defensor del gobierno militar y que trata de ser un católico consecuente".Es una de las primeras afirmaciones que hará el académico Gonzalo Rojas Sánchez en esta entrevista.El abogado, quien es Licenciado en Historia y en Derecho, y Doctor en Derecho por la Universidad de Navarra (España), ha ejercido la docencia durante 44 años en la Universidad Católica.Hoy defiende que en su historia académica obtuvo las más altas distinciones a la labor dentro de las salas de clases: el premio a la excelencia docente de la universidad -"la primera vez que se entregó", recuerda- y el premio a la excelencia docente de la Facultad de Derecho.Sin embargo, relata que el año pasado se inició un sumario en su contra: "El 10 de septiembre de 2018 recibí una notificación de la Secretaría General de que yo estaba procesado por abuso de poder" respecto de un alumno.Ese proceso terminó esta semana y la Secretaría General resolvió una amonestación verbal para el académico.Una sanción que podría parecer menor, para Gonzalo Rojas es una afrenta. Insiste en que no aceptará esa amonestación y ha puesto en duda su continuidad en esa casa de estudios. Afirma que su caso es paradigmático y que podría afectar a otros académicos en el futuro."Soy completamente inocente de lo que se me acusó, por eso no puedo aceptarlo", enfatiza el también columnista de "El Mercurio". Y afirma que hace tiempo, sectores de izquierda, como el Frente Amplio, buscaban que fuese sumariado y echado de la universidad.-Este caso se dio luego de las manifestaciones feministas en la universidad. Un alumno lo acusó de plantear dichos sexistas en una clase y denostar al movimiento feminista.-Era una clase sobre Juan Pablo II y acababan de tener lugar las marchas de las feministas, que en dos oportunidades se subieron a la estatua de Juan Pablo II que está en la universidad. También le colgaron carteles. Yo hice una mención, pues mi clase estaba a 10 metros de esa estatua, en el Aula Raúl Silva Henríquez. En ese momento dije que "la estatua del Papa había sido mancillada".Rojas afirma que eso es todo lo que dijo y que al final de la clase un alumno -de Periodismo- "se acerca y me dice que no le había dado la palabra. Le dije 'perdona, no te vi'. Nunca le he negado la palabra a nadie en mis años de docencia"."Y luego -agrega Rojas- procede en forma muy dura -que consta en el expediente con siete u ocho alumnos que testifican- a increparme diciendo que he insultado al movimiento feminista".-¿Y qué pasó en ese momento?-Eso, para mí, fue muy duro. Nunca me había sucedido en mis 43 años de académico. Yo había pasado por muy variadas circunstancias difíciles en los años 80 en el Campus Oriente, mucha lacrimógena, mucha discusión. Pero nunca en una sala de clases una...
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