Cartas marcadas - 13 de Septiembre de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 582344266

Cartas marcadas

¿Qué hay en esas comunicaciones?

Desde luego, en los mails que intercambiaron Ezzati y Errázuriz (adornados cada dos líneas con apelaciones a la Virgen, persignaciones reiteradas, deseos de la buena voluntad de Dios y compañía del Espíritu Santo) hay una reflexión cruda acerca de la conveniencia que ciertas personas (Felipe Berríos y Juan Carlos Cruz) accedan a posiciones de notoriedad e influencia (la capilla de La Moneda y la comisión papal para la tutela de los menores, respectivamente ). No hay en esos mails ninguna deliberación sustantiva, relacionada con la misión pastoral o dogmática de la Iglesia. En ellos hay simplemente cálculo de consecuencias, un juego de poder, tosco y astuto, como el que habría entre un candidato a diputado y un ejecutivo de Soquimich, o entre un empresario de la basura y un concejal. Ni más ni menos. Ni Ezzati ni Errázuriz requirieron estudiar teología y asomarse a los abismos de la condición humana para tejer ese tipo de consideraciones.

En otras palabras, los mismos sujetos que ejecutan el rito de la transubstanciación, son los que se dedican a tejer conspiraciones domésticas.

¿Por qué extrañarse por eso?

Lo mismo puede decirse de las comunicaciones intercambiadas entre Errázuriz y Karadima.

En este caso, fuera del tono amistoso y edulcorado, lo que hay es un esfuerzo de Errázuriz por que Karadima se aparte de su ministerio y de su parroquia, pero que ello no trascienda y aparezca en cambio como un asunto regular. Se trata de más o menos lo mismo que haría cualquier político doméstico y banal para apartar a alguien de su cargo por haber tenido mala conducta, salvando al mismo tiempo al partido.

Todo es humano, demasiado humano.

Pero eso no es todo.

En los mails aparece también Enrique Correa.

Enrique Correa es un hombre que ha hecho invaluables aportes a la democracia chilena. De eso no hay duda. Como consecuencia de esos aportes invaluables alcanzó un acceso a los pasillos y los recovecos del poder, un acceso que los ciudadanos de a pie no poseen. Y el problema es que él usa el acceso a esos pasillos y esos recovecos de maneras múltiples y ubicuas: remuneradamente a veces, gratuitamente otras, y en todas para incrementar su poder. Ha erigido así un poder privado tejido no sobre el...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR