La carrera contrarreloj para descubrir el Virus Zika - 13 de Febrero de 2016 - El Mercurio - Noticias - VLEX 593537346

La carrera contrarreloj para descubrir el Virus Zika

Aparte de su alarmante apariencia, muchos de los bebés parecían sanos. "Lloraban y se alimentaban bien con leche materna", dice Turchi. Los médicos estaban perplejos. No sabían lo que era, pero veían los primeros indicios de una horrible ola. El virus zika, portado por mosquitos, circulaba en Brasil hacía al menos un año y más tarde sería el principal sospechoso en la búsqueda por saber qué había pasado con los recién nacidos.

Esto llevó a que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarara una emergencia sanitaria. Difundieron prevenciones a las mujeres embarazadas para que evitaran ir a países donde circula el virus e incluso abstenerse de tener relaciones sexuales sin protección. Además, los ministerios de Salud de cinco países dijeron algo que nunca nadie había señalado antes: "Mujeres, por favor, retrasen tener hijos". El virus ahora amenaza la economía de las naciones menos poderosas y los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016. Además, se ha abierto un nuevo debate en los países católicos respecto al derecho de las mujeres frente a la anticoncepción y el aborto.

"Esta epidemia es una historia no registrada", dice Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EE.UU. "Como el ébola, este virus es algo que pudo existir hace años bajo el radar y no podemos saber lo que realmente provoca hasta que tengamos miles de casos. Con el virus zika estamos viendo nuevos giros y vueltas todas las semanas".

Un año antes, según dicen los médicos, los primeros pacientes empezaron a llegar a los hospitales públicos de Natal, capital de Río Grande del Norte, aproximadamente a 300 kilómetros de Recife. Fue un par de semanas antes de la Copa del Mundo 2014, donde esa ciudad había sido una de las sedes del campeonato de fútbol que atrajo a fanáticos de todo el planeta.

Casi todos tenían los mismos síntomas: una erupción plana de color rosado, ojos llenos de sangre, fiebre, dolor corporal y de cabeza. Ninguno estaba gravemente enfermo, pero las similitudes eran sorprendentes. "Esto asustó a algunos pacientes y médicos, y a mi equipo", dice Aline Bezerra, enfermera y epidemióloga municipal. "Solo sabíamos que podía ser una especie de dengue más suave". Los exámenes lo descartaron, los pacientes seguían apareciendo. En enero de 2015, 100 casos llegaron a los hospitales públicos. "Alertamos a las autoridades federales de que estábamos tratando con algo urgente y nuevo. Pero sus reacciones fueron lentas", dice...

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