Carmen Gloria López 'Confieso que no escribo pensando en el lector' - 3 de Noviembre de 2020 - El Mercurio - Noticias - VLEX 851346023

Carmen Gloria López 'Confieso que no escribo pensando en el lector'

L a periodista Carmen Gloria López (54) decidió encerrarse mucho antes de que el coronavirus la obligara a hacerlo. En 2016, luego de un año y medio como directora ejecutiva de Televisión Nacional, dejó ese cargo para cambiar de vida y dedicar la mayor parte de su tiempo a la escritura de ficción, una veta que ya venía desarrollando como consultora de guiones para programas y series, algunas tan recordadas como "Los archivos del cardenal" (2011) y "El reemplazante" (2012), y como guionista de "Sitiados" (2015).En su nueva etapa apostó por la literatura. Desde entonces ha publicado tres novelas, la última de las cuales llega hoy a librerías bajo el título "Cómo sujetar mi alma para que no roce la tuya", basado en el verso inicial de un poema romántico de Rainer Maria Rilke.-Es raro hablar de amor en medio de todo lo que pasa -dice Carmen Gloria desde su casa en Vitacura, donde vive junto a su marido, el ingeniero y exconductor de televisión Raúl Alcaíno, y sus dos hijas-. Pero, a la vez, parece muy necesario.Dividida en tres líneas cronológicas -2006, 2015 y 2021- que se alternan conforme avanza la trama, la novela narra la historia de Ana y Marco, dos personajes atormentados por la imposibilidad de continuar la relación que mantuvieron durante la adolescencia, mientras eran estudiantes en el Colegio Alemán de Frutillar y alumnos de violín en una escuela artística de esa ciudad. La tensión principal la experimenta Ana, quien anhela seguir una exigente carrera musical y teme, por otra parte, repetir los errores de sus padres.La escritora, sin embargo, se distancia del conflicto que atraviesa la protagonista del relato.-Soy muy apasionada y ansiosa, así que nunca me podría haber aguantado un amor que no correspondía, sobre todo de joven. Cuando alguien me gustaba, lo iba a buscar. De hecho, fui mala para hacerme de rogar. Y cada vez que me enamoré, mi razón no funcionaba bien. Me pegué muchos porrazos por no pensar lo suficiente. Esa era mi manera de enamorarme: con poco autocuidado, poco consciente de las cosas malas que podían pasar. Era arrebatada.Pero añade:-Conozco muchas historias de mujeres y hombres que no han luchado por un amor porque no era apropiado en cierto momento o porque les daba más miedo que ganas. Mi padre dice que amar es buscar el bien último del otro, lo que es muy distinto a consentir. Ana intuye que la vida que lleva no es lo mejor para Marco. Eso es parte de su sacrificio. Al final, ¿quién ama más, el que renuncia o...

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