Carlos George-Nascimento: el héroe anónimo de los escritores del siglo XX
El excelente título de dicho libro fue tal vez la única corrección que hiciera la editorial al manuscrito. Carlos George-Nascimento ya era en ese momento el editor más prestigiado del medio chileno, desde que en 1923 había tenido la visión de publicar el primer libro de un joven poeta de 19 años que venía del sur con el seudónimo de Pablo Neruda. A instancias de Eduardo Barrios, quien lo asesoró desde su amistad en los primeros años, Nascimento publicó "Crespusculario" y, en 1924, "Veinte poemas de amor y una canción desesperada", textos que significarían el inicio de la gloria del poeta. Aciertos como este fueron sumándose de manera casi mágica en el catálogo de la Editorial Nascimento, que en sus 69 años de vida se convirtió en la gran editorial de los autores chilenos, con una época de oro en las décadas de 1930, 40 y 50, cuando dominó el panorama de la literatura local.
Un repaso somero a la lista de aciertos editoriales de Nascimento describe casi sin omisiones el siglo XX de la poesía y narrativa chilenas. A los ya mencionados se pueden agregar otros autores que tuvieron el debut literario o el inicio de su consagración en dicha editorial: Joaquín Edwards Bello ("Un chileno en Madrid"); Teresa Wilms (su diario y sus poemas); Fernando Santiván, Pedro Sienna, Gabriela Mistral ("Desolación"); Marta Brunet ("Montaña adentro"); Nicomedes Guzmán, Pablo de Rokha, Vicente Huidobro. De Neruda, además, publicaría "Las uvas y el viento" y "Residencia en la Tierra". Luego están Luis Durand ("Tierra de pellines"), Mariano Latorre, Andrés Sabella, Augusto D'Halmar, María Luisa Bombal ("La última niebla"), Nicanor Parra ("Poemas y antipoemas"), José Santos González Vera, Carlos Droguett, el poeta Efraín Barquero, Ciro Alegría y José Donoso, quien entregaría a Nascimento el manuscrito de su primera novela, "Coronación". A esta veta literaria, la editorial sumaría en su catálogo la publicación de los 20 tomos de la "Historia de Chile" de Francisco Antonio Encina, una empresa que por su magnitud le absorbió a su propietario todos sus esfuerzos.
Carlos George-Nascimento, un inmigrante portugués de las Islas Azores, había llegado a Chile hacia 1905, en busca de un horizonte para su vida. Luego de sus primeros años en Concepción, la muerte en Santiago de su tío Juan Nascimento, fundador en 1887 de una librería de igual nombre en calle Ahumada, le cambia la vida al joven inmigrante, que recibe en herencia este local comercial. Entretanto, había contraído matrimonio en Concepción con la chilena Rosa Elena Márquez, con quien se traslada a Santiago. Este golpe de suerte significaría para Nascimento el inicio de una aventura cultural y comercial que se extendería incluso más allá de su muerte, acaecida en 1966.
El rescate de su figura, ya casi desvanecida, estuvo a cargo de Felipe Reyes Flores, joven autor del libro "Nascimento. El...
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