Los caprichosos glaciares del fiordo De Agostini sorprenden a los científicos - 15 de Julio de 2019 - El Mercurio - Noticias - VLEX 798855501

Los caprichosos glaciares del fiordo De Agostini sorprenden a los científicos

En apenas 16 kilómetros de la orilla sur del fiordo De Agostini, unos pocos miles de metros al sur del estrecho de Magallanes, un total de siete glaciares descargan sus lenguas de hielo desde las alturas del cordón Navarro, una de las cadenas montañosas del sector noroccidental de la cordillera de Darwin.No solo llaman la atención por su extrema proximidad, sino también por lo distintos que son varios de ellos entre sí.En esta franja hay glaciares que mantienen la misma posición desde 1945 hasta ahora, como el Dainelli. Sin embargo el que está inmediatamente a su lado, el Vergara, retrocedió casi 3 kilómetros desde la misma fecha, mientras que el Escondido, que está a su derecha, se contrajo en unos 400 metros. Y unos pocos miles de metros más al interior del fiordo está el Navarro, que no solo ha mantenido su perfil, sino que en los últimos 18 años ha avanzado 400 metros, formando una especie de represa que dio espacio a una pequeña laguna."Estamos acostumbrados a escuchar noticias sobre glaciares en retroceso debido a condiciones atmosféricas como la temperatura o radiación, pero en De Agostini la dinámica de los glaciares está condicionada por factores oceanográficos, como la variación de las mareas o la transferencia de una mayor temperatura que presenta el agua al glaciar", explica el glaciólogo Inti González.Hielo marinoEste investigador de la Fundación Centro de Estudios del Cuaternario (Cequa) estuvo a cargo de la caracterización de estos singulares glaciares en el marco de un estudio sobre los servicios ecosistémicos del fiordo De Agostini.Los glaciares también tienen una incidencia en el entorno geográfico. Es así como el que retrocedió dio origen a un nuevo fiordo que descarga su agua en el fiordo mayor. "Esta dinámica glaciar está modelando el paisaje".El próximo paso, dice González, será determinar cuál es la influencia que tiene el aporte de agua dulce sobre esos ecosistemas marinos.En el fiordo Parry, por ejemplo, que también se encuentra en la cordillera de Darwin, han constatado la presencia de hielo marino, es decir agua de mar congelada.Eso ha favorecido las condiciones para que se instale allí una colonia de focas leopardo, un formidable depredador propio de la Antártica y que antes solo llegaba a alimentarse. "La foca leopardo necesita para aparearse que existan estos planchones de hielo de hasta 3 kilómetros de largo y 40 centímetros de...

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