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Capítulo XXVII: La participación ciudadana en el estado de derecho ecuatoriano. Un análisis constitucional en el marco del pluralismo jurídico

AutorEmilio José Almache Soto / Alcides Francisco Antúnez Sánchez
Páginas397-428
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TRATADO DE LOS GRUPOS VULNERABLES,POLÍTICAS PÚBLICAS Y CORRUPCIÓN DE FUNCIONARIOS
CAPÍTULO XXVII
LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA EN EL
ESTADO DE DERECHO ECUATORIANO.
UN ANÁLISIS CONSTITUCIONAL EN EL
MARCO DEL PLURALISMO JURÍDICO
EMILIO JOSÉ ALMACHE SOTO*
ALCIDES FRANCISCO ANTÚNEZ SÁNCHEZ**
I. LA DEMOCRACIA. ORÍGENES, DESARROLLO Y EVOLUCIÓN DESDE LA
TEORÍA DEL ESTADO Y EL DERECHO
La participación ciudadana existe desde que existe el Estado. El Estado existe
desde que el hombre organizó la sociedad en que vivía en la sociedad primitiva, en
tribus, comunidades y llegó a las aldeas. La Democra cia, en este sentido, es compren-
dida como el poder del pueblo, apareció por primera vez en la postura de HERÓDOTO;
según autores como SARTORI quien considera que existen dos momentos relevantes al
tratar este tema. El primero d e ellos señala que se remonta a la llamada democracia
de los antiguos, comprendida desde el año III a. c. período en el cual tuvo un a
connotación negativa que incluso originó a que ARISTÓTELES la clasificará como una
mala forma de gobierno. El segundo estadio contrar iamente se aprecia como se
refiere a la democracia moderna, presente desde la mitad del siglo XIX, época a partir
de la cual este término adquiere un sentido positivo, con ello deja atrás los años en
los que prevaleció la República como “régimen político óptimo”.511
Al describir los inicios del denominado “gobierno del pueblo” , debemos si-
tuarnos en la ciudad de Atenas, lugar do nde la historia señala que se inventó y se
aplicó este concepto por primera vez, es su antecedente historiográfico. Vale recal-
car que frente a esta af irmación hay autores que s ostienen que de bido a que se
excluía a la mayoría de adultos del “demos”, no sería tan acertado pensar que la
democracia entendida en su sentido literal realmente existió en esta ciudad.
*Universidad Técnica de Cotopaxi. Extensión La Maná. Avenida Los Almendros y Pujilí, Edificio
Universitario. La Maná. Ecuador. E-mail: emilioalmache2@gmail.com.
** Universidad de Granma. Km 18 carretera a Manzanillo. Facultad d e Ciencias Económicas y Soc ia-
les. D epart amen to de Dere cho. B ayamo . Provi ncia Gr anma. R epúbl ica de Cu ba. Ema il:
aantunez@udg.co.cu.
511 Sartori, G. (2016) Democracia, p. 117, Disponible en: http://www7.uc.cl/icp/revista/pdf/rev1312/
ar6.pdf
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ISABELA MOREIRA DOMINGOS / JORGE ISAAC TORRES MANRIQUE / CARLOS JUSTO BRUZÓN VILTRES
Por ello, al realizar un esbozo histórico, se aprecia como en la democracia
ateniense antigua, el pueblo estaba compuesto por el conjunto de los ciudadanos,
hombres libres y mayores de e dad en su mayoría, nacidos en Atenas de padres
atenienses, los que gozaban entre sí de isonomía o igualdad ante la ley, y de isegoría
o igualdad de derechos políticos. Ese pueblo se autogobernaba participando en la
Asamblea soberana y en los tribunales, apr obando y aplicando las leyes, así como
en la toma de decisiones colectivas mediante el principio de mayoría. Este pr incipio
se valor a que se sigue utilizando en las democracias modernas, es considera sobre
todo como una regla técnica que permite resolver que propuesta de ley, qué deci-
sión, e incluso cual persona, por obtener aprobación de la mayoría representa a la
voluntad popular, ello se justiprecia que es un leg ado.
Por consiguiente, lo ocurrido en Atenas se aprecia cómo fue pr ogresivamente
modificándose, por lo que al entrar al siglo XVIII se hablaría de una transformación
hacia una democracia representativa, ello ocurre cuando la asociación paso a ser e l
Estado-nación. Esta democracia primitiva fue derribada con la jerarquización y el
establecimiento de autoridades, la s que como resultado orig inaron la oligarquía, la
aristocracia y las monarquías q ue rigieron durante un largo tiempo en el mundo.
Queda claro que, el legado de la Antigüedad ha aportado dos definiciones que
perduran a través de la literatura clásica de clásicos como HERÓDOTO y TUCÍDIDES, se
demuestra cómo se puede ser agudo en notables discursos. La Democracia antigua,
con integración activa de la ciudadanía es definida por PERICLES en otro discurso, su
oración en homenaje a los ateniense s muertos en la primera campaña del Peloponeso
(siglo V a. c.) y que parcialmente reza “…tenemos una República que no sigue l as leyes
de las otras ciudades vecinas y comarcanas, sino que da leyes y ejemplos a los otros, y nuestro
gobierno se llama Democracia, porque la administrac ión de la República no pertenece ni está
en pocos sino en muchos...”.512
Para PLATÓN la Democracia como posible forma de gobernar, cuanto más dé-
bil, más soportable, en este sentido señaló “…Establéense las democracias cuando los
pobres, victoriosos de sus enemigos, degüellan a unos, destierran a otros y d istribuyen por
igual entre los restantes el gobierno y las magistraturas; distribució n qu e suel e hac erse
mediante sorteos (...) Pero allí donde reine la libertad, evidente es que cada uno pu ede crearse
una clase particular de vida del modo que. mejor le parezca(...) He aquí, pues, una constitu-
ción que tiene el aspecto de ser la más hermosa de todas…”.513
El fundador de la ciencia política, ARISTÓTELES, sostiene en su clá sico tratado que
existe sobre la Democracia como forma pura “cuando la mayoría gobierna en interés del
bien general”; y después de hacer una clasifi cación de las especies de democracia,
alguna de las cuales coinciden con la idea de PLATÓN, quien agrega: “…El principio del
gobierno democrático es la libertad... en la democracia los pobres son soberanos con exclusión
de los ricos, porque son los más y el dictamen de l a mayoría es ley. Este es uno d e los
caracteres distintivos de la l ibertad, la cual es para los partidarios d e la democracia una
condición in dispensable del Estado…” .514
En consecuencia, se considera en este estudio que la Democracia es concebida
como un sistema político, pero la Democracia también es un derecho (artículo 1 de
la Carta Democrática Interamericana) de cada uno de nosotros para ejercitarla y ser
512 Tucídides (1946) Historia de la guerra del Peloponeso . Tomo I. Argentina, pp. 179 y ss.
513 Platón (1973) La República, Editorial Ciencias Sociales, La Habana, pp.104-106.
514 Aristóteles (1946) La Política, Tomo III, 54' edición, Argentina, pp.186 y ss.
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TRATADO DE LOS GRUPOS VULNERABLES,POLÍTICAS PÚBLICAS Y CORRUPCIÓN DE FUNCIONARIOS
titular de ella. Es como una compañía en que andamos, y nos a compañamos con la
intención de cumplir con sus principios, convivencia , armonía, satisfa cción, concor-
dia, diálogo, para lo cual se nos exigen principios y valores para que su práctica se
haga realizable y duradera. Entonces si la Democracia es un derecho, el valor de
ella es un sistema político es esencial. Cuando el ciudadano abusa de ella se con-
vierte en autocracia y se la denuncia por no cumplir con el Estado de Derecho. 515
Estos derechos señalados en el cuerpo de este instrumento jurídico internacio-
nal cita do, se justiprecia que vienen a constituir lo que FERRAJOLI ha llamado desde
sus estudios una democracia sustancial, esto es un sistema en el cual los principios
formales de la democracia política sobre quién y cómo se decide, es decir , el prin-
cipio de soberanía popular y la regla de mayoría, quedan subordinados a principios
sustanciales expresados en los derechos constitucionales, es decir, subordinados a lo
que no es lícito decidir y a lo que no es lícito no decidir.516
Criterio al que nos afiliamos por ser el de mayor pertinencia. Sin embargo,
hay que dejar sentado que los derechos humanos y la Democr acia operan de forma
complementaria, cuando ambos se entienden como procesos sociales cruzados por
relaciones de poder que pueden y deben transformarse continuamente en la bús-
queda de mayor igualdad. Ba jo tal concepción estos derechos son a la vez la condi-
ción, cauce y resultado de la participación democrática, puesto que mediante esta
participación los ciudadanos definen, legitiman, ejercen y exigen tales derechos en
su cumplimiento.
Siguiendo la obra de FERRAJOLI, para quien señala que la Democracia misma
requeriría que los derechos humanos funcionen como sus límites a efectos de evitar
que a quella degenere en lo que ll ama una democracia plebiscitaria, una tiranía de
la mayoría que terminaría por erosion ar los derechos que sirven de base a la propia
democracia.517 En este sentido, se valora que el concepto de Democracia parece a
primera vista sencillo y fácil si nos atenemos a la clasificación clásica de las formas
de Gobierno, cuya primera fundamentación se encuentra ya en el legad o de la obra
de ARISTÓTELES, quien desde su postura asume “…Siendo el gobierno se lee en la política
de Aristóteles señor sup remo d e la ci udad, es absolutamente que el señor sea un solo
individuo, o una minoría, o la multitud de los ciudadanos …”.518
Por ello, se aprecia que asociados a la Democracia como derecho, libertades
como las de pensamiento, expr esión, reunión o asociación serían requisitos ineludi-
bles no solo para que pueda existir Democracia, sino para que esta a su vez cree
condiciones de justicia social. 519 En esta misma línea de ideas, se justiprecia la pos-
tura de GARG ARELLA, para quien la s constituciones históricamente han sido con fre-
cuencia instrumentos de imposición, de exclusión y domin ación de ciertas minorías
sobre las mayorías. Una verdadera Democracia implica que las nuevas generacio-
515 Briceño Vivas, G. (2012) Una Carta a la Democracia, pp.17-18.
516 Véase para ello, Ferrajoli, L. (2001) La Democracia Constitucional. Desde otra mirada . Editorial Eudeba,
Argentina; Ferrajoli, L. (2001) Der echos y garantías: la ley del más débil. Editorial Trotta, Espa ña,
pp.260-261.
517 Ferrajoli, L. (2001) La Democracia Constitucional. Desde otra mirada. Editorial E udeba. Argentina. pp.
260-261.
518 Fernández Miranda, T. (2000) El concepto de Democracia y la doctrina Po ntificia. p.1
519 Véase para profundizar, Sen, A. (2001) La importancia de la demo cracia. Desarrollo y libertad. Editorial
Planeta, Colombia.

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