Capítulo XLIV: Podemos hablar de Leviatán - Tratado de perfiles iberoamericanos de Derechos fundamentales coetáneos - Libros y Revistas - VLEX 1005472843

Capítulo XLIV: Podemos hablar de Leviatán

AutorMaría Micaela Alarcón Gambarte
Cargo del AutorAbogada
Páginas701-726
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Podemos hablar de leviatán
CAPÍTULO XLIV
PODEMOS HABLAR DE LEVIATÁN
María Micaela Alarcón Gambarte
*
1. INTRODUCCIÓN
El presente artículo pretende analizar una aproximación al paradigma del
nuevo constitucionalismo planetario. Partiendo de esta premisa, es que los
vectores por los cuales se realizará esta exposición son nuclearmente tres.
Así, primero se iniciará con una contextualización del término hobessiano
de «Leviatán», en segundo punto se propone el estudio de los enfoques
paradigmáticos de la instauración de una sociedad y gobernanza global al
hilo de la línea propuesta por Ferrajoli y Habermas, reejadas concretamente
en dos sistemas: constitucionalismo global y cosmopolita. Consecuentemente
se procederá con el análisis de los factores que inuyen en la determinación
del establecimiento de un próximo constitucionalismo planetario, para
lo que se analizará las causas que han conducido a su institución. En este
último contexto, se estudiará la emergencia de un Leviatán mundial, gura
que será encuadrada en los grandes acontecimientos por los que transita la
humanidad, al encontrarse a las puertas de un cambio, con el advenimiento
de la era digital, transhumanismo, e inteligencia articial traducidos todos
ellos en el tránsito al sexto tecno paradigma mundial.
2. LEVIATÁN
Se inicia este apartado, siguiendo la metodología así propuesta, precisando
en cuanto a lo que debe comprenderse como el origen del término Leviatán
propuesto por Hobbes en su obra «Leviatán». Fundamentalmente a este
respecto, necesariamente se debe determinar el signicado de tal término
recurriendo especialmente a las referencias especícas que se encuentran
estipuladas en las Sagradas Escrituras. Partiendo de este punto, se indica que
el término analizado se maniesta de forma clara e inequívoca en el Libro de
* Abogada, maestría en Derecho Constitucional y Procesal Constitucional por la
Universidad Mayor de San Andrés, habiendo obtenido por unanimidad la calicación de
aprobación plena con excelencia. Doctora en Derecho por la Universidad de Jaén España,
habiendo obtenido por unanimidad la calicación de sobresaliente cum laude. Miembro
de la Sociedad Cientíca de Doctores de Bolivia. Miembro de la Academia Boliviana de
Estudios Constitucionales. Docente. Investigadora principal de la Vicepresidencia del
Estado Plurinacional de Bolivia. Email: micaela7007@gmail.com .
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los Salmos 104:26 «Allí surcan las naves, {y} el Leviatán que hiciste para jugar
en él». Asimismo entre otras referencias que aluden a tal bestia marina se
puede establecer aquella que se consigna en el Libro de Job 41:1-34 « ¿Sacarás
tú a Leviatán con anzuelo, o sujetarás con cuerda su lengua? ¿Pondrás una
soga en su nariz, o perforarás su quijada con gancho? ¿Acaso te hará muchas
súplicas, o te hablará palabras sumisas?», del mismo modo lo declarado en
Salmos 74:14 «Tú aplastaste las cabezas de Leviatán; lo diste por comida a los
moradores del desierto», y siguiendo con esta tónica de acuerdo con el Libro
de Isaías 27:1 «Aquel día el SEÑOR castigará con su espada feroz, grande
y poderosa, a Leviatán, serpiente huidiza, a Leviatán, serpiente tortuosa, y
matará al dragón que {vive} en el mar», así como lo estatuido en el Libro de
Job 3:8 «Maldíganla los que maldicen el día, los que están listos para despertar
a Leviatán»1.
De tal manera que se puede observar que Leviatán, desde el contexto
bíblico, es comparado con una bestia espiritual marina. Aunque no se puede
exponer aquí en forma muy pormenorizada las diferentes interpretaciones
esgrimidas en torno al enfoque mítico, teológico o cabalístico que representan
de esta forma el reseñado término. No obstante, si es posible armar que la
gura de Leviatán se encuentra estrechamente vinculada con la del «dragón».
En efecto, la presencia de esta bestia se asimila a la del dragón escarlata o lo
que es lo mismo el propio diablo o satanás. Así hilando un poco más, la bestia
que sube del mar representa a aquel ente maligno expresado en el poder de
Apolión (en griego) o Abadón (en hebreo). Pero dicho término precisamente
no se vincula con el mundo de los muertos, sino más bien sustancialmente,
se reere a quien se convertirá en un futuro, y al término de los días de la
humanidad, en el dictador mundial. De forma que es la bestia. Contexto de
orden político que se materializará al cabo de la instauración de un gobierno
a nivel mundial2. A priori, se debe subrayar que tanto el constitucionalismo
multinivel como el constitucionalismo global, anclado este último de forma
concreta en ONU, y que cuyos precursores de éstos constitucionalismos
son Pernice y Ferrajoli respectivamente, se presentan como teorías o líneas
de pensamiento en proceso de superación, máxime que ambas desde su
perspectiva teórica losóca y constitucional no alcanzarían a explicar las
premisas sobre las que se fundamentaría la forma de gobernanza única
mundial. De lo que se inere también una insuciencia notoria en lo que
atinge a materia de teorización de la democracia, así como de la garantía y de
la protección de los Derechos humanos en torno a la conguración naciente
de dicha corriente.
Por otra parte, Leviatán en la generalidad de los casos, es considerado
como serpiente o dragón. A tenor de estas líneas resulta necesario recordar
las ilustraciones que dan por maniesto la lucha entre el reino de las tinieblas
y el reino de la luz, que es precedido por Cristo. Así, resulta especialmente
1 En el sentido explicitado es sumamente recomendable la revisión de las citas bíblicas
indicadas supra en la Biblia Reina Valera 1960, traducida por Cipriano Valera.
2 Cfr. Apocalipsis 13:1-2 «Me paré sobre la arena del mar, y vi subir del mar una bestia que
tenía siete cabezas y diez cuernos; y en sus cuernos diez diademas; y sobre sus cabezas, un
nombre blasfemo. 2Y la bestia que vi era semejante a un leopardo, y sus pies como de oso,
y su boca como boca de león. Y el dragón le dio su poder y su trono, y grande autoridad».

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