Canales de miedo
Se refiere al golfo de Penas. Lo de acostarse lo sabe por experiencia, porque el trayecto lo hace tres o cuatro veces al año en los cinco que lleva destinado en Puerto Edén. Pero ahora no se está moviendo todo. Aunque venía con un poco de miedo tras el hundimiento del "Amadeo I", ocurrido una semana antes en el paso Kirke, en esta misma ruta, Huenuqueo se sorprende de lo apacible que ha sido la travesía.
-Es lo más tranquilo que me ha tocado en cinco años.
Sentado en el amplio comedor-sala de estar del ferry "Evangelistas", donde pasan la mayor parte del tiempo los 13 pasajeros que lleva el barco, el sargento siente que el lunes ya pasó la parte más dura de la travesía, que partió la madrugada del domingo en Puerto Montt.
Pero para la tripulación del barco de 128 metros de eslora (largo) y 18,5 metros de manga (ancho), que lleva cerca de 1.951 toneladas de carga, los obstáculos recién comienzan.
Buscando normalizar lo antes posible la conectividad perdida tras el accidente, la Naviera Magallanes, Navimag, trajo al "Evangelistas", que desde hace dos años operaba en la ruta Puerto Montt-Puerto Chacabuco, para reemplazar al naufragado "Amadeo I".
La ruta 5 Sur acuática
La ruta de los Canales cumple la función de "carretera marítima", como única vía por territorio chileno para el abastecimiento de los 150 mil habitantes de la Región de Magallanes y la Antártica Chilena. En las entrañas del "Evangelistas" viajan productos básicos, como azúcar, harina o papas; insumos médicos, como oxígeno o equipamiento; maquinaria y materiales de construcción, y hasta los equipos que se destinarán al salvataje del buque siniestrado.
Una ruta de 796 millas náuticas (1.474 km) en un escenario hermoso, a veces sobrecogedor, como los amaneceres en los archipiélagos, donde ligeros tintes rojizos se van moviendo sobre las montañas que caen a pique sobre fiordos regados de islotes y roqueríos.
Miles de aves, gaviotas de singulares plumajes, pelícanos o los majestuosos albatros tienen en estos recónditos parajes su hábitat y parecieran no inmutarse ante el avance de este edificio flotante que se abre paso lentamente por donde ellas nadan.
La ruta debe salvar tres golfos, Ancud y Corcovado, en la Región de Los Lagos, y el de Penas, en la de Magallanes; los dos últimos, con una fama de miedo.
Abrirse paso en estos canales es como avanzar en un laberinto interminable. Una faena que quita el sueño a los navegantes, porque la actividad no cesa nunca en el buque.
Sin...
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