'El canal diplomático con Cuba seguirá abierto aunque un republicano gane la presidencia de EE.UU.'
En el libro, el profesor del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) de Ciudad de México dice que Raúl Castro dejará el poder en 2018 y que le corresponderá a una nueva dirigencia realizar la postergada reforma política en la isla. En entrevista con "El Mercurio", Rojas analiza la etapa poscastrista y los orígenes de la Revolución.
-¿Qué políticos ve mejor perfilados para suceder a Castro y cuáles cree que deberían ser los principales puntos de esa eventual reforma política?
"Hasta ahora la sucesión de poderes en febrero de 2018 ha sido presentada únicamente como un relevo generacional en la cúpula, que favorecería al Primer Vicepresidente del Consejo de Estado, Miguel Díaz Canel. Habrá que esperar al próximo Congreso del Partido Comunista, en abril de este año, para saber si la renovación generacional será más amplia en la máxima jerarquía del partido y el gobierno y, sobre todo, si se dará acompañada de una necesaria e impostergable reforma política.
La reforma política que habría que hacer en Cuba es tan profunda que difícilmente pueda llevarse a cabo sin un reajuste constitucional. En materia electoral, habría que introducir la posibilidad de optar entre dos o más candidatos por escaño en la Asamblea Nacional, suprimir las comisiones de candidatura e introducir la elección directa del Jefe de Estado. En materia de derechos civiles y políticos, debería por lo menos aprobarse una nueva Ley de Asociaciones, que garantice el derecho de reunión al margen del Estado".
-Usted también se muestra a favor de las reformas emprendidas por Raúl Castro, sobre todo en las relaciones con Estados Unidos, pero afirma que el gran punto pendiente es el embargo económico. ¿Cree que es posible avanzar en este punto, cuando el gobierno de Obama está concluyendo y ante la incertidumbre de quién será el próximo Presidente de EE.UU.?
"La flexibilización del embargo ha sido un proceso constante en las dos administraciones de Barack Obama. Tras el restablecimiento de relaciones, en diciembre de 2014, ambos gobiernos dispusieron de un canal diplomático permanente, que ha permitido negociar múltiples temas. Mi impresión es que, aunque gane un republicano la presidencia de Estados Unidos, ese canal se mantendrá abierto.
Tal vez pierda fuerza e intensidad la negociación, pero sería muy extraño que se regresara al punto en el que estaban las relaciones bilaterales en época del Presidente George W. Bush. Naturalmente, si ganan la presidencia los demócratas...
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