Los caminos del vino brasileño - 18 de Enero de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 553241642

Los caminos del vino brasileño

Como lo hiciera su padre, como también lo hiciera su abuelo, Oscar cultiva vides en Rio Grande do Sul, el más austral de los estados de Brasil, justo en el límite con Uruguay. Sobre estas sierras, recostada en una ladera que mira al poniente, tiene un pequeño viñedo donde produce vinos Merlot que son una exquisitez. Orillada a esos parronales está su casa: una rústica vivienda de piedras a la vista, donde todavía conserva un par de toneles que tienen más de cien años. Viejos. Oscar dice que en esos toneles se almacenaban los tintos y los blancos que producían en las primeras épocas de este viñedo, poco después de que su familia hubiese llegado al sur de Brasil como parte de la inmigración italiana.

Rio Grande do Sul es el estado vitivinícola por excelencia de Brasil. Aquí, favorecidos por la combinación de climas templados, con veranos muy suaves y unos suelos arcillosos que tienen un excelente drenaje, se producen anualmente casi trescientos millones de litros de vino y unos diez millones de litros de espumantes. Y la enorme trascendencia enológica de esta región -que atrae cada vez más turistas- se relaciona estrechamente con esos italianos que vinieron al sur de Brasil hacia fines del Siglo XIX: fue la labor de estos nuevos "brasileños" la que posibilitó el comienzo de la cultura del vino en este país.

Como en su gran mayoría eran procedentes de lugares históricamente vitivinícolas de Italia, como el Véneto o la Lombardía, aquellos inmigrantes aplicaron sus conocimientos en lo que mejor sabían hacer: el cultivo de la vid en una tierra cuyo clima de una u otra manera se parecía al de sus lugares de origen. Así, junto a sus precarias nuevas casas levantaron pequeños parronales que permitieron elaborar vinos para el consumo propio, para la familia, esencialmente con viejas cepas importadas desde Europa como la Peverella, la Borgoña, la Tercy o la Isabel.

Por eso, la historia de la familia de Oscar -que llegó a Brasil proveniente de la Lombardía- es prácticamente la historia de muchas de las familias de esta región.

"Vinieron acá alrededor de 1890 y una de las primeras cosas que hicieron luego de instalarse en estas tierras fue armar un parronal al lado de la casa, sostenido por unos soportes de madera como se hacía en esa época", dice Oscar, secándose el sudor de la frente con su mano derecha. Acaba de terminar su trabajo en los viñedos y ahora toma un vaso de agua fresca, a la sombra de un árbol frondoso. A pocos metros, tres niños juegan...

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