Los caminos que se abren en La Araucanía pehuenche - 8 de Agosto de 2021 - El Mercurio - Noticias - VLEX 873886775

Los caminos que se abren en La Araucanía pehuenche

E n plena cordillera, una tritinca (el nombre en mapudungún del comesebo) canta escondida tras las hojas de unos árboles espigados. Salta de una ramita a otra, y luego vuela hasta hacerse invisible, camuflada entre el blanco del horizonte montañoso y la luz del sol. Estamos a solo tres kilómetros de la frontera con Argentina y la nieve, densa, es salpicada entre incontables pehuenes, o araucarias, que adornan este paisaje.Pero no. Esta escena no es lo más emocionante del día.Un río se escucha a lo lejos: es el estero El Pato. Su melodía torrentosa acompaña nuestra caminata, mientras paso a paso vamos aplastando la nieve suelta, haciendo un caminito. Igual como los niños pehuenches lo han hecho durante siglos en este lugar gracias al maullo, un accesorio ancestral que consiste en una estructura circular hecha de cuero y coligüe, que se amarra fuertemente a cada pie para que uno pueda moverse sin hundirse donde la nieve todavía está blanda. Como un randonée mapuche, aunque francamente más cómodo que un esquí. Y más liviano que una raqueta de nieve.Carlos Catrileo, 37 años, manos curtidas y ojos chiquitos, esboza una sonrisa al vernos dar pasos gigantes y torpes con los maullos. Es el guía, experto en esta aventura y quien nos orienta sobre la historia local."Cuando niño me hacían venir a aplanar la nieve y a hacer caminos por acá mismo. Era como un juego", dice sobre una tarea de cada invierno aquí en Icalma, en plena cordillera de La Araucanía. Un pueblito de la comuna de Lonquimay, ubicado junto a Melipeuco por la cordillera. Un lugar aislado y hermoso.Icalma está a las orillas de un lago inmenso, de 890 hectáreas, llamado igual que el pueblo. En su superficie se reflejan vivamente las montañas cubiertas de nieve gruesa, los colores del cielo y los bosques de filosas araucarias. Al mirar el paisaje, pareciera no haber límite entre la superficie del agua y todo lo demás."Espejo de agua" significa "icalma" en lengua pehuenche. Eso había explicado Carlos unos minutos antes, y está claro el porqué.Mientras enfilamos montaña arriba hacia una zona llamada Corral Grande, luego de atravesar la congelada laguna de los Tres Pinos, Carlos dice que vamos caminando por Trafkintu, la ruta comercial que usaban los mapuche para hacer los intercambios comerciales entre el lafken mapu, el territorio de la costa, y el puel mapu, lo que está del otro lado de la cordillera."Todo esto fue nuestro territorio. Pasábamos con maullo para llevar mercadería", dice Carlos, y se detiene para mirar las cumbres. "Por aquí pasaba mi abuelo. Pasó mi papá. Pasé yo. Y van a pasar mis hijos y nietos".Carlos, como el 90 por ciento de los habitantes de Icalma según indican las cifras que maneja la Municipalidad de Lonquimay, es pehuenche. Y como muchos otros, cuando era muy joven se fue a probar suerte al norte, a Vallenar, donde trabajó como temporero. Diez años estuvo lejos, hasta que la idea de darle valor a esta tierra lo hizo volver.En ese momento, recuerda, la Cámara de Turismo Mapuche de La Araucanía, estaba realizando capacitaciones gratuitas, y él no dudó en tomarlas. Desde entonces, dice, no ha parado de especializarse en...

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