El camino más rápido a los glaciares de Santiago - 6 de Noviembre de 2022 - El Mercurio - Noticias - VLEX 913718145

El camino más rápido a los glaciares de Santiago

"E s esencial: durante el vuelo no pueden sacarse el cinturón, tampoco los audífonos..., y obviamente disfruten de las vistas, porque aterrizaremos en unos 50 minutos", dijo el piloto Yuri Cordeiro, antes de elevar el helicóptero para seis personas, mitad anaranjado, mitad blanco, y comenzar a avanzar en busca de las montañas de la cordillera de la zona central.Hasta ahí, el plan era simple: nos disponíamos a volar hacia la cumbres más altas de este lado de los Andes, en busca del valle del río Olivares, a 70 kilómetros del centro de Santiago y sobre los 3.600 metros de altura, para así apreciar los más de 365 glaciares que concentra esta zona, tan poco conocida por los capitalinos a pesar de su "cercanía".Sin más preámbulos, las aspas del Eurocopter modelo B3 empezaron a perseguirse, raudas, para levantar el peso del aparato (y de los que íbamos dentro) y dejarnos, en solo unos minutos, a varios cientos de metros sobre Santiago.Un viaje rumbo al Olivares nunca había sido tan fácil.Hasta 2022, para conocer la llamada cordillera Ferrosa y algunas de sus numerosas cumbres que sobrepasan los cinco mil metros sobre el nivel del mar, como el cerro Tronco (5.567 metros de altura), el Risopatrón (5.720 metros) o el Nevado del Plomo (6.070), había que caminar varios días. O cabalgar sobre una mula en varias jornadas. Son las formas usuales para dar con el gigantesco territorio fiscal que todos los santiaguinos vemos cuando el esmog nos permite apreciar el titánico anfiteatro montañoso que cuida nuestra ciudad.Planteado así, suena hasta fácil. Pero hay que saber, además, que los exploradores que han estado en las todavía pocas expediciones que han llegado así al valle del río Olivares dicen que alcanzar esta cuenca puede tomar entre tres y cuatro días completos de caminata bajo la temperatura (generalmente fría) que marque el clima andino.Para el trayecto, dicen también, hay que olvidarse de Google Maps, de Whatsapp o de la señal telefónica, y hay que acampar en la cordillera para dar finalmente con el paisaje de glaciares y llanuras amarillentas de esta zona que, es un comentario repetido, bien se podría parecer a la Patagonia, con la diferencia de que está aquí mismo, en plena Región Metropolitana.Justamente fue la poco conocida belleza escénica del valle del Olivares lo que llevó a la fundación Queremos Parque a solicitar la creación de una gran zona de protección ambiental para Santiago en este sector. La idea, felizmente, dio frutos este año...

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