Cambios en el Hogar de Cristo - 2 de Mayo de 2013 - El Mercurio - Noticias - VLEX 434366030

Cambios en el Hogar de Cristo

Con el desarrollo y el crecimiento de los últimos años, el rostro de la pobreza en Chile ha tenido un cambio radical. Los pobres de hoy comen y se visten -ya no andan sin zapatos, aunque a veces sí pasan hambre-, y muchos de ellos tienen algo de educación e incluso trabajo. Como los pobres ya no son los mismos, los instrumentos y los estándares para medir la situación de vulnerabilidad han cambiado mucho desde que el Padre Alberto Hurtado fundó el Hogar de Cristo, en 1944. Niños y adultos en situación de calle son un flagelo persistente, pero ello se asocia más a un problema de drogadicción o alcoholismo que a una condición de carencias económicas familiares críticas. En los últimos 25 años la pobreza ha caído de 45% a 14,4%, según datos de 2011, y la extrema pobreza está en torno al 2,8% de la población.

La vocación de ayuda a los más necesitados que se refleja en todas las actividades del Hogar de Cristo ha tenido a través del tiempo un sello propio, pero las circunstancias han determinado distintas vías para su obra de asistencia. Esa fundación ha superado la crisis financiera que la mantuvo con una deuda de 3.500 millones de pesos y puede ahora concentrarse en programas sociales más acordes con los tiempos. Para eso requiere un compromiso importante de la sociedad. Más de 600 mil personas aportan al Hogar de Cristo, con lo cual se financia el 50% de su quehacer. Pero eso no es suficiente. Por eso, usando las redes sociales, han lanzado una campaña para incorporar a 50 mil nuevos socios que contribuyan mensualmente con dinero, además de tener las puertas abiertas a los voluntarios que ofrezcan su trabajo, fundamental para el éxito de su labor.

Mientras hace algunas décadas la prioridad era vestir y dar de comer a un niño o adulto desvalido, hoy la erradicación de la pobreza tiene un foco en el desarrollo humano equilibrado. Uno de los tres pilares del nuevo enfoque está en la mayor conciencia sobre la imposibilidad de aceptar que niños y jóvenes desertores escolares pierdan su oportunidad de estudiar. Las cifras sobre el número de menores entre 6 y 17 años que se hallan fuera del sistema...

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