Cambios de diseño y mentalidad pueden reducir la infinita presencia de desechos plásticos
El anteproyecto de ley de restricción de bolsas es una de las iniciativas con que se busca reducir en Chile los 50 kilos de plásticos que cada persona consume al año y las 10 mil a 25 mil toneladas anuales de desecho plástico cuyo mal manejo y descarte hacen que gran parte termine en vertederos y en el medio ambiente, en especial en el mar.
Cada año en el mundo, 8 millones de toneladas de plástico van a parar a los océanos, donde atrapa la fauna marina o se fragmenta y es ingerido por aves, peces y mamíferos. De seguir a este ritmo, se estima que en 2050 los mares van a tener tantas toneladas de plástico como de peces.
"Hay estudios que muestran que gran parte de ese plástico se genera por residuos en zonas costeras, así que partimos por focalizarnos en ellas", explica Marcelo Mena, ministro de Medio Ambiente, quien destaca que ya hay 55 comunas -desde Antofagasta a Puerto Williams- con ordenanzas que restringen el uso de bolsas.
Gonzalo Muñoz, fundador de TriCiclos y miembro del panel asesor global de The New Plastics Economy, aplaude la iniciativa. Pero advierte que "si bien la gran villana ha sido la bolsa plástica, hay varios otros villanos cotidianos menos identificados".
Entre ellos menciona todo tipo de envases y envoltorios desechables. Por ejemplo, el vaso de café de plumavit, el sachet de azúcar, el palito plástico con que se revuelve y la tapa con que se cubre; los cubiertos desechables en un patio de comidas, la caja del sándwich, los envoltorios de dulces y galletas o las pajitas, entre muchos otros.
El gran problema de estos plásticos y de las bolsas de polietileno "es la forma en que los usamos: hemos convertido en desechable un material que es tan estable que dura cientos de años", dice Alejandro Chacón, director técnico de Ecodiseño.cl.
En vías de extinción
Lo que vuelve villanos a estos materiales es justamente que después de sus escasos minutos o segundos de vida útil se botan. Esto, detalla Muñoz, porque por sus características es técnica o económicamente inviable incorporarlos a una cadena de reciclaje debido a su composición o características físicas, a que suelen estar hechos de materiales mixtos inseparables, están contaminados con residuos orgánicos o son demasiado pequeños (menos de 7 cm).
Pero las cosas empiezan a cambiar. La próxima entrada en vigencia de Ley de Responsabilidad Extendida del Productor y Fomento al Reciclaje ya está condenando a algunos envases a la extinción. Chacón menciona las bandejas de...
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