Cambio de horario, anacronismo por superar - 24 de Febrero de 2013 - El Mercurio - Noticias - VLEX 424893362

Cambio de horario, anacronismo por superar

Nuestro país continúa, lamentablemente, con la rutina de mantener dos horarios durante el año. Uno de invierno, cuatro horas antes de la hora oficial del meridiano de Greenwich (GMT), y uno de verano, que se adelanta una hora, a tres antes del GMT. Esta modalidad fue introducida tras la gran sequía de 1968, fundándose en que el horario de verano alarga las horas de luz diurna, ahorrando así energía eléctrica, que durante una sequía como la de ese año se hacía especialmente escasa, en particular en un país que entonces generaba gran parte de su electricidad de fuentes hidráulicas. Los beneficios del ahorro de energía parecían superar con creces sus costos: alterar el ciclo circadiano del organismo (a lo cual un porcentaje importante de la población es susceptible) y, crecientemente, interferir con los horarios de interacción con los distintos países (vuelos de avión, sincronización de computadores, celulares inteligentes y tabletas, entre otros), si la fecha del horario de verano no es la misma cada año.

Estas páginas han insistido por décadas en la necesidad de eliminar este doble horario, porque el balance de costos y beneficios se ha invertido: el patrón de consumo de electricidad ya no presenta gran diferencia entre el horario con luz solar o sin ella, por la gran cantidad de equipos eléctricos que se utilizan de preferencia con luz de día...

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