El cambio climático también amenaza a monumentos y sitios históricos - 8 de Mayo de 2016 - El Mercurio - Noticias - VLEX 637781029

El cambio climático también amenaza a monumentos y sitios históricos

Un fenómeno en el que la llamada "lluvia ácida" es una de las principales culpables. Países como Italia, Alemania y México investigan a fondo el tema, preocupados por el impacto de las emisiones de dióxido de carbono (CO {-2} ) a la atmósfera, provocadas por el consumo de combustibles fósiles.

"La lluvia ácida está fuertemente asociada a actividades humanas", precisa Magdalena Walczak, académica de la Facultad de Ingeniería UC.

Si bien se trata de un proceso natural asociado a emisiones volcánicas o a la descomposición de la vegetación, han sido las emisiones de gases que provienen de plantas industriales y vehículos las que han agravado el problema (ver infografía).

"El nivel de acidez (pH) en el agua es lo que determina la magnitud del daño. En la atmósfera, un pH neutro es de 5,6; una cifra inferior a eso ya implica acidez", explica María Angélica Rubio, experta en química atmosférica de la Universidad de Santiago.

Mientras mayor es la acidez, más riesgo hay de disolver materiales como mármol y piedra caliza. También son vulnerables metales como cobre, bronce o acero, por efecto de la corrosión.

Así, estatuas, monumentos o edificaciones van perdiendo rasgos finos y detalles. "Pero estos efectos se ven a lo largo de muchos años, son procesos muy lentos y largos", dice Walczak.

En muchos sitios, la acidez de la lluvia es menor a la de un limón y por eso en la gente no tiene mayor efecto, pero sí en el suelo y vegetales (ver recuadro).

Eso varía según el tipo de contaminación. Santiago, pese a sus altos índices de polución, no suele presentar lluvia ácida, según mediciones realizadas por María Angélica Rubio. "Las primeras lluvias pueden tener una mayor concentración de ácidos, pero no alcanzan a generar daño. Tampoco el rocío".

En 2013, investigadores de la U. Católica de Valparaíso crearon un sitio web con el mapa de la corrosión atmosférica, elaborado gracias a una red de 31 estaciones a lo largo del país. Aunque su objetivo principal es conocer la velocidad a la que ocurre la corrosión de metales y aleaciones de mayor interés industrial -para identificar los más apropiados para emplear en las diversas zonas-, también da pistas de cuáles son las áreas en las que estructuras y monumentos están más expuestos al daño ocasionado por el clima y contaminantes atmosféricos.

Lugares cercanos a plantas industriales del sector energético tienden a ser los más afectados en términos de corrosión, como ocurre con Quintero o Coronel.

Hacia el norte...

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