Cámara Baja abre proceso de juicio político contra la Presidenta Dilma Rousseff
El caso apunta a una serie de maniobras realizadas por el gobierno de Rousseff para maquillar el balance federal del año pasado y supuestamente de este año. El Ejecutivo está acusado de haber tomado fondos que estaban destinados a planes sociales para equilibrar las finanzas, una suerte de préstamo del Estado a sí mismo, conocido como "bicicleta fiscal". La denuncia sobre las cuentas de 2014 que admitió Cunha fue originalmente presentada por varios juristas, entre los que se encuentra Helio Bicudo, uno de los fundadores del oficialista Partido de los Trabajadores (PT). En esa demanda se incluyeron, además, irregularidades similares que habrían ocurrido este año, lo que permitió a Cunha autorizar el proceso, ya que las cuentas son del mandato en curso, que comenzó en enero.
En octubre, el Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU) -un órgano que asiste al Congreso brasileño y que también fiscaliza las cuentas de otros poderes del Estado, como la Contraloría en Chile- había rechazado la rendición de las cuentas para el ejercicio 2014, al señalar que detectó irregularidades para mejorar el resultado fiscal del año. Según el TCU, las distorsiones en la administración llegaron a los US$ 27.390 millones. Fue la primera vez desde 1936 que se objetó el balance de gastos entregado por un Mandatario y reforzó los argumentos para admitir la causa para un juicio político de destitución ( impeachment ).
Pese a todo, el Congreso brasileño autorizó anoche al gobierno de Rousseff a alterar la meta fiscal y cerrar 2015 con un déficit estimado en 119.900 millones de reales (unos 31.552 millones de dólares), informó la agencia oficial de noticias ABR.
Rousseff negó anoche haber cometido actos ilegales y dijo que está "indignada" por la decisión de Cunha "contra un mandato democráticamente conferido por el pueblo brasileño". Desde que Fernando Collor de Mello renunció en 1992 antes de que el Congreso lo enjuiciara por corrupción, es la primera vez que un Presidente de Brasil se enfrenta a la posibilidad de perder su cargo de esta manera.
"Tengo la convicción y la absoluta tranquilidad en cuanto a la total improcedencia de ese pedido, así como de su justo archivo. No podemos dejar que conveniencias e intereses indefendibles debiliten la democracia y la estabilidad de nuestro país", señaló en un breve discurso a la nación.
El presidente de la Cámara Baja ahora entrega el pedido a una comisión del Legislativo, que se conformará con 66 miembros de todos los partidos...
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