Byung-Chul Han contra el olvido del dolor - 25 de Julio de 2021 - El Mercurio - Noticias - VLEX 873319009

Byung-Chul Han contra el olvido del dolor

Nietzsche (1844-1900), el filósofo alemán que dijo que Dios ha muerto y el desierto crece, y que había que amar la vida con lo bueno y lo malo, era un hombre enfermo, atacado por dolores físicos y existenciales, insoportables los primeros, remecedores los segundos, que escribió: "Y en lo tocante a mi larga enfermedad, ¿no le debo indeciblemente mucho más que a mi salud? Le debo una salud superior, !una salud tal, que, ante todo la que no la mata, se hace más fuerte - Le debo también mi filosofía ".A Nietzsche lo cita otro filósofo, el surcoreano Byung-Chul Han (Seúl, 1959), en su libro más reciente en castellano: "La sociedad paliativa" (Herder), ya disponible en librerías chilenas.Han, que nos ha hablado de la sociedad del cansancio, la agonía del eros, la pérdida de lo bello, la expulsión de lo distinto, la desaparición de los rituales, del enjambre digital, la autoexplotación y del tiempo como mera repetición, sigue con su crítica del mundo contemporáneo. Esta vez para señalar que vivimos en una sociedad que, alineada con el imperativo de ser feliz y el mandato de rendir sin transar, le tiene fobia al dolor; que allí donde aparece lo ataja, lo bloquea. Tenemos que ser resilientes."Hoy impera en todas partes una «algofobia» o fobia al dolor, un miedo generalizado al sufrimiento. También la tolerancia al dolor disminuye rápidamente. La algofobia acarrea una anestesia permanente . Se trata de evitar todo estado doloroso. Entre tanto, también las penas de amor resultan sospechosas", escribe el filósofo radicado en Alemania.Matarse para vivirEl asunto no es solo individual, dice Han: "La algofobia se extiende al ámbito social. Cada vez se deja menos margen a los conflictos y las controversias, que podrían provocar dolorosas confrontaciones. La algofobia domina también la política. Aumenta la presión para acatar los acuerdos y para establecer consensos. La política se acomoda en una zona paliativa y pierde toda vitalidad. La «falta de alternativa» es un analgésico político . El difuso «centro» resulta paliativo. En lugar de discutir y luchar por alcanzar argumentos mejores, uno cede a la presión del sistema. Se está propagando y asentando una posdemocracia, que es una democracia paliativa ".¿Es acertado el diagnóstico de Han? La psicoanalista Constanza Michelson, autora de "Neuróti@s" y "Hasta que valga la pena vivir", cree que si esta es una sociedad paliativa, lo es respecto del dolor existencial. "Porque lo que sí es bien aceptado es el...

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