Buscando la sangre de mi sangre - 8 de Octubre de 2016 - El Mercurio - Noticias - VLEX 650556449

Buscando la sangre de mi sangre

Una periodista de "Sábado" se hizo la prueba y esto descubrió.

Esta historia comienza en una ciudad medieval. Empieza en Dubrovnik, Croacia, en junio de este año, cuando llegué allí y casi inmediatamente pensé: me parezco un poco, algo, en realidad me parezco mucho a esta gente. Soy similar a estas mujeres. Nos parecemos físicamente. ¿Y si tuviera algo de croata en mi sangre? Quizá. Algo sabía a esas alturas de los tests de ADN que rastrean tu origen étnico: en el mundo hay un poco más de veinte compañías -las más populares son Ancestry, 23AndMe y Family Tree-, que ofrecen este servicio: por alrededor de 100 dólares, envían a tu casa un tubo de vidrio que el consumidor devuelve por correo con una muestra de su saliva. Ellos lo analizan en sus respectivos laboratorios y a las pocas semanas mandan los resultados que dicen qué porcentaje de 64 distintas etnias y zonas geográficas tienes en tu sangre. Si tienes ancestros de Europa del Este, del Medio Oriente, de África subsahariana, asiática o indios nativos de América. Si tus antepasados provienen de los Balcanes, los países escandinavos o la costa mediterránea. Tenía algunos amigos que se lo habían hecho. Danae, una colega periodista, me dijo con total naturalidad: "Soy 90 por ciento europea, 6,6 por ciento nativa americana, 0,9 por ciento del Medio Oriente y 0,2 por ciento de África subsahariana". Juliana, una compañera colombiana de mi magíster, replicó: "Yo soy 55 por ciento europea, 32 por ciento de Asia del Este y nativa americana y 6,2 por ciento de África subsahariana". También había visto el video de Ancestry, en el que someten a unas veinte personas de distintos países, razas y creencias al test. Antes les preguntan con qué se identifican y si hay algún país o nacionalidad que no les agrade particularmente. Después del test de ADN, descubren no solo que no son tan afroamericanos, del Medio Oriente o europeos como creían, sino que muchos de ellos además tienen en su sangre un porcentaje de la etnia que no les gustaba demasiado.

¿Y si hago el test de ADN? En realidad esta historia no partió en Croacia. Se inició mucho antes: por una adopción en la rama materna de mi familia, no sé la mitad de la información sobre mis orígenes. Para otras personas de mi familia, esta información les quebró la vida en un antes y un después. Para mí, no ha sido un dolor corrosivo, pero sí una suerte de inestabilidad. Como tener la sensación de avanzar por la vida flotando, sin piso, sin respaldo. De algún modo creo que mi sentido de no pertenencia ha condicionado mis elecciones y mi capacidad para entablar lazos y construir o no, mi propia familia. No sé de dónde vengo y creo que esa es una información clave en lo que he sido. Tampoco sé qué soy. ¿De dónde sería mi familia biológica que no conocí? Supongo que seré española y nativa...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR