La buena salud pública - 10 de Enero de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 552082694

La buena salud pública

-Lo que hemos ganado no ha sido porque somos iluminados, sino por nuestro esfuerzo.

Los trabajadores del hospital Exequiel González Cortés, sentados frente a dos largas mesas, la escuchan comiendo torta con tenedores de plástico. Celebran el día del funcionario y Yarza, directora del recinto, sigue con el discurso:

-Porque en el Exequiel no hay un William Wallace. Acá somos todos iguales.

Hay aplausos, termina el festejo y María Begoña, con su delantal blanco desabrochado y el pelo desordenado, sale, apurada, a una reunión en su oficina. El resto vuelve a su trabajo.

El Exequiel González Cortés, ubicado en la comuna de San Miguel, parece más un laberinto que un hospital pediátrico. Son varias casonas antiguas, unidas por pasillos oscuros, donde se cruzan médicos, enfermeras, dentistas, técnicos, administrativos y auxiliares. Es uno de los tres pediátricos de Chile. Algunos funcionarios usan uniformes estampados con dibujos animados, mientras otros acarrean con rapidez bandejas con mamaderas.

El González Cortés fue el primer hospital en lograr acreditación en calidad y seguridad. En 2012 y 2013, fue el mejor hospital público, en el ranking de los autogestionados del Ministerio de Salud. Y en 2014 fue el noveno entre 252 hospitales en la encuesta nacional de satisfacción de usuarios.

Antes de ser uno de los mejores de Chile, era un hospital para obreros de la zona sur de Santiago, creado en 1952. Lentamente, comenzó a atender a niños y después de 10 años se dedicó exclusivamente a la pediatría. Pronto adquirieron el edificio del frente y el hospital terminó dividido por la calle Barros Luco. Es común ver a niños llevados en camilla, de una vereda a otra, para hacerse exámenes.

Hoy la entrada está resguardada por una estatua de Hello Kitty y un mono de nieve, de metro y medio, con la pintura descascarada. En los pasillos de urgencia se escuchan llantos y gritos de niños. Y los baños se transformaron en improvisados muros de peticiones. Escritos con lápiz pasta, se lee: "Vamos, eres mi campeón"; "Vamos, que se puede, fe"; "Recupérate mi vidita, Dios te está protegiendo"; "Fuerza mi nieto querido". Nunca se ha borrado ningún mensaje.

"Cómo vamos a borrarlos, son parte de lo que somos", explica Yarza.

Hospital abierto

Cuando la invitaron para exponer en Icare en octubre pasado, María Begoña dice que pensó que era una broma. ¿Por qué la directora de un hospital público iba a estar en un congreso de innovación, junto a figuras reconocidas en el tema, como Wenceslao Casares? Yarza preparó el discurso el día anterior a la presentación, y al frente de los empresarios habló sobre cómo el Exequiel González Cortés fue pionero en aumentar las cirugías ambulatorias y...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR