Una buena dosis de mar, arena y sol le hace bien a la salud
La piel es el órgano más grande del cuerpo y, por tanto, es el que está en mayor contacto con esos tres elementos.
La exposición breve a los rayos ultravioleta aporta una buena dosis diaria de vitamina D, que favorece la absorción de calcio en los huesos. Pero sin abusar. "Hay que evitar tenderse a tomar sol, para prevenir quemaduras y daño solar", sobre todo entre las 11:00 y las 17:00 horas, como enfatiza la dermatóloga Cecilia Orlandi, docente de la Universidad Diego Portales.
El sol está prohibido si se tiene una enfermedad autoinmune, como lupus, ya que estas empeoran con la exposición a los rayos solares.
El agua de mar, en cambio, puede ser beneficiosa para limpiar la piel. "Al estar mezclada con arena, tiene un efecto de exfoliación suave sobre la capa superficial". Esto puede ser particularmente útil para personas con pieles más ásperas o escamosas, como ocurre con la psoriasis.
Incluso, se sabe que es capaz de favorecer la recuperación de erosiones y heridas pequeñas, "siempre que se trate de aguas de mar limpias y que no estén contaminadas. De lo contrario el riesgo de infección es mayor". Cuando hay heridas abiertas, no conviene meterse al agua ni en la arena.
El agua también contiene sales minerales, como sodio, magnesio, azufre, calcio y flúor, que son componentes naturales y necesarios del organismo y que suelen adquirirse a través de la dieta.
"Al estar sumergidos en el mar, la piel es capaz de absorber pequeñas cantidades de estos oligoelementos", dice la doctora Orlandi, quien agrega que lo recomendable tras un baño de mar es lavarse con agua dulce "y lubricar la piel con algún tipo de crema humectante, ojalá sin perfume, para evitar que se reseque y retenga parte de los oligoelementos captados".
Eso incluye también enjuagar el pelo, ya que estas mismas sales pueden resecarlo.
A nivel del esqueleto y la musculatura, caminar por la playa -además de ser un relajante paseo- tiene ventajas. "La caminata ya es un buen ejercicio, pero además las irregularidades de la arena hacen que la marcha fortalezca la musculatura del pie y de las extremidades inferiores", precisa la doctora Loreto Vergara, jefa de Fisiatría del Hospital Clínico U. de Chile. Eso sí, hacerlo temprano por la mañana o ya entrada la tarde, para evitar la exposición al sol en su peor horario.
Como también tiene un efecto sobre la circulación de las piernas, puede ser útil para los problemas de celulitis en las mujeres, agrega la doctora Orlandi.
La natación y el...
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