El brujo DE LA FOTOGRAFÍA
El cuento es así: Antezana es técnico astronómico y hace 28 años trabaja en cerro Calán, donde está el observatorio de la Universidad de Chile. Allí investiga y saca cálculos, hasta hace poco con el objeto de encontrar supernovas, tarea en la que ya lleva un impactante registro: ha descubierto casi doscientas. Claro que la verdadera pasión de Roberto es la fotografía y, para eso, todos los fines de semana se escapa a la playa o algún cerro con el objeto de concretar las increíbles imágenes que dan vuelta en su cabeza.
Los viajes para hacer fotos pueden ser largos o cortos, aunque las más de las veces son trekkings en carpa. ¿Un destino favorito? El cerro El Roble, en la cuesta La Dormida, lugar desde donde Antezana ha capturado espectaculares fotos del valle, preferentemente tras alguna intensa nevada. Otro tanto hace en el Bustamante, cerro que está sobre el túnel Lo Prado, desde donde ha tomado poderosas fotografías.
-Lo mío -dice Antezana- no son grandes expediciones, sino viajes exprés.
Antezana, hay que decirlo, es un hombre de ritos. Cada 15 de noviembre, por ejemplo, enfoca sus lentes en dirección al cerro San Cristóbal y entonces trata de mejorar la foto que siempre saca a la Virgen, con luna en cuarto creciente detrás. En otras ocasiones se deja sorprender. Viaja liviano y, simplemente, trata de hacer fotos únicas, casi imposibles.
¿Cómo lo hace?
Con Roberto nos juntamos en una fuente de soda en Las Condes. Pedimos un té, un café. Quince años después de la primera entrevista que le hice, ambos estamos más viejos y seguimos teniendo computadores destartalados. Roberto abre el suyo y, en la pantalla, selecciona una carpeta en la que están, dice, sus mejores fotos.
En esta entrevista, cada imagen será una historia.
-Las fotos que tomo -dice Antezana- las subo a mi Facebook (Roberto.Antezana.92), donde está todo lo que he hecho en Chile y el mundo. Eso porque siempre me estoy moviendo. La última vez, para registrar el eclipse total de sol en Charleston, Estados Unidos. Desde Nueva York viajé más de mil kilómetros, pues pensaba que la experiencia sería fantástica. Y lo fue. Un eclipse total de sol es el evento astronómico más espectacular que puede vivir un ser humano. Normalmente, pasar del día a la noche tarda 45 minutos, pero en un eclipse eso ocurre en 8 segundos. Es de día. Oscurece. Salen las estrellas. Luego nuevamente es de día.
Antezana muestra una foto del eclipse:
-Fotográficamente estuve conforme con las imágenes que logré...
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