Brasil y la nueva era Temer - 5 de Septiembre de 2016 - El Mercurio - Noticias - VLEX 648240097

Brasil y la nueva era Temer

Con un país dividido, una popularidad exigua, no más del 14 por ciento, y una mayoría parlamentaria que se formó para el impeachment pero sin una base sólida, Temer deberá demostrar que tiene la capacidad para aunar voluntades y pasar las leyes que requiere con urgencia el país. Si bien no es un líder carismático, se le reconoce gran capacidad para ganar apoyos transversales, conversar con todos los sectores políticos -con los cuales su partido, el PMDB, ha gobernado en distintas coaliciones- y alinear legisladores. A las acusaciones de "golpista" lanzadas por Dilma y su Partido de los Trabajadores, él puede demostrar que su llegada al poder siguió el proceso constitucional, no obstante necesita ganar legitimidad en el ejercicio del cargo. El combate a la corrupción debe ser uno de sus objetivos, más aún cuando muchos en su partido están siendo procesados. El otro, fundamental, será sanear la economía.

El PT ofrecerá una dura oposición, y buscará por todos los medios mantener a su lado a los sectores sociales más vulnerables, tan beneficiados por sus gobiernos, pero que se desapegaron de Dilma en medio de la crisis.

El partido de Temer tiene la bancada más numerosa en el Congreso, y si puede contar con los parlamentarios del PSDB -del ex presidente Cardoso y del ex candidato Aecio Neves-, más otros partidos de centroderecha, se podrían aprobar las leyes necesarias para sacar a Brasil adelante.

Crecimiento, control del déficit y reforma a las pensionesDespués de años de bonanza, gracias al boom de materias primas exportadas a China, ya se dice que esta es la peor crisis económica de Brasil en décadas. El primer desafío de Temer será terminar con la recesión de dos años, tendencia confirmada con las cifras conocidas la semana pasada. El segundo trimestre la actividad económica cayó 0,6% en relación con el trimestre anterior, acumulando una baja del 4,6% durante el primer semestre. Se estima que el PIB caiga este año 3,2%. La inflación supera el 10%, el desempleo va por el 11%, la caída del consumo es del 5% y la deuda pública sobrepasa el 70% del PIB, con un déficit fiscal del 10% del PIB. La producción industrial acumula una caída del 8,7% este año, y el único indicador positivo es el superávit comercial, por la reducción de las importaciones.

El siguiente desafío es contener el gasto público, para lo cual ya se aprobó en el Congreso una meta fiscal para este año, pero queda pendiente ponerle "techo" al gasto. Según los analistas, el...

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