Brasil no conoce Brasil - 5 de Octubre de 2022 - El Mercurio - Noticias - VLEX 912007300

Brasil no conoce Brasil

La canción premonitoria de Aldir Blanc y Maurício Tapajós "Querelas do Brasil" (Las disputas de Brasil) refleja el resultado de las encuestas de la primera vuelta. Siempre pensé que la elección pasaría a la segunda vuelta y lo consideré bueno, porque obligaría al Partido de los Trabajadores (PT) a hacer acuerdos, en la perspectiva de que Lula ganaría fácilmente y pasaría fortalecido al balotaje. Ahora la situación ha cambiado por completo. Lula necesita apoyo, la diferencia de cinco puntos porcentuales es una victoria que sabe a derrota, porque todos esperaban al menos el doble, si es que no ganaba en primera ronda.Un dato curioso y preocupante es que los dos líderes de la segunda vuelta son independientes de los partidos. Lula es más grande que el PT y, si fuera otro el candidato, Bolsonaro probablemente volvería a ganar. Bolsonaro no cree en un partido. En 2018 estuvo en el Partido Social Liberal y llevó al pequeño partido a ser el más grande de la Cámara. Ahora está en el Partido Liberal, y volvió a elegir la bancada más grande. Es una elección diferente a todas las anteriores, pero que de una forma general repite la de 2018.Cuando el PT se enfrentaba al Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), había una disputa partidista, sobre formas de ver el mundo desde una óptica socialdemócrata. Hoy son dos personalidades en disputa. Tenemos que recalibrar esa percepción del brasileño promedio, aunque no nos guste lo que vemos. Llamar a la izquierda "progresista" es clasificar a quienes no lo son como "regresivos". ¿Es así? El país no está dividido entre "progresistas" y "regresivos", la realidad es más compleja. No podemos relegar a 50 millones de personas a un segundo plano.No todos los izquierdistas son progresistas. ¿O es progresista quien defiende dictaduras sangrientas? Y no todos los conservadores son regresivos. Muchos votaron por Lula para deshacerse de un estigma.Tenemos que entender sus preocupaciones, sus ansiedades; mostrar, con el ejemplo, que no tienes que ser un extremista de derecha para conseguir lo que quieres. No tenemos una derecha que sea capaz de dirigir a ese pueblo, los partidos tendrán que cambiar muchas cosas. Si imaginamos que estas personas estarán apartadas para siempre, tendremos que dividir el país en dos, sin posibilidad de convivencia. Eso no es lo que sucede. Cuando existía el PSDB, estos votantes se sentían representados por un partido que, aunque de centroizquierda, entendía de agronegocios, entendía...

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